Ex productores de pollo en cinco estados interpusieron una demanda federal en la que acusan a un puñado de procesadoras de carne de tratarlos como sirvientes y de coludirse para manipular los precios a pagar.
Los granjeros ubicados en Alabama, Mississippi, Carolina del Norte, Oklahoma y Texas argumentan que el sistema de contratación de criadores de aves creado por Tyson Foods, Pilgrim’s Pride, Perdue Farms, Koch Foods y Sanderson Farms los hizo endeudarse mucho para construir y mantener criaderos de pollos para poder cumplir las exigencias de las compañías.
Dicen que las empresas se coludieron para fijar a niveles bajos la compensación a granjeros a fin de impulsar las utilidades corporativas, dificultando a los granjeros sobrevivir financieramente. Los demandantes pidieron que la querella se considere colectiva.
El esquema mantiene a los granjeros en un estado de servidumbre endeudada “viviendo como medieros de la era moderna al filo de la bancarrota”, dice la demanda entablada el 27 de enero en la corte federal en Muskogee, Oklahoma.
Bajo el sistema de contrato, los granjeros proporcionan los criaderos y la mano de obra, y la compañía proporciona aves, alimento y el conocimiento para criarlas hasta que alcanzan el peso para ser sacrificadas.
Las compañías acusadas no han respondido aún la querella en el tribunal, pero una refutó las acusaciones.
“Nosotros queremos que las granjas que contratamos tengan éxito y no consultamos a nuestros competidores sobre cuánto pagarles. Esas son acusaciones falsas”, dijo Gary Mickelson, un vocero de Tyson.
Dijo que el granjero por contrato promedio ha estado criando pollos para la compañía durante 15 años y que el pago compensatorio está detallado claramente en los contratos que firman voluntariamente los granjeros.
Los cinco granjeros que presentaron la demanda dejaron de criar pollos, y algunos de ellos dijeron que tienen deudas de decenas de miles de dólares.
Los granjeros y su abogado rechazaron comentar más allá de los detalles en la demanda; pero otros criadores de pollos que podrían ser representados si el caso es certificado como demanda colectiva, dijeron que se endeudaron bastante para construir criaderos modernos que miden lo mismo que dos campos de fútbol americano por la promesa de utilidades generosas.
“Los granjeros empeñan su casa y su granja para construir esas cosas. Una vez que lo hacen, las compañías tienen control sobre ellos, punto”, dijo Mike Weaver, de 62 años y residente de Fort Seybert, Virginia Occidental, quien está en su 16to año de cría de pollos para Pilgrim’s Pride. “Tenemos la esperanza de lograr un cambio en este sistema. Tiene que hacerse. Si no, las granjas familiares estadounidenses van a desaparecer”.
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Por DAVID PITT