El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que los plazos de tramitación de pasaportes han vuelto a la normalidad anterior a la pandemia, entre 6 a 8 semanas, cuando antes podían llegar hasta las 13 semanas por la COVID-19, según un comunicado.
En concreto, desde el domingo las solicitudes regresan a un plazo de 6 a 8 semanas para el servicio ordinario y de 2 a 3 semanas para el servicio acelerado, que tiene un coste adicional de 60 dólares.
Actualmente, hay más de 160 millones de pasaportes estadounidenses válidos en circulación, que supone casi el doble que en 2007. En 1990, sólo el 5% de los estadounidenses tenía pasaporte. Hoy, esa cifra es del 48%.
El año pasado, el Departamento de Estado experimentó una demanda de pasaportes “sin precedentes” ya que, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, emitió más de 24 millones de libretas y tarjetas de pasaporte, la cantidad más alta en la historia del país.
“Hemos trabajado duro para modernizar y mejorar el servicio que prestamos al pueblo estadounidense. Seguiremos haciéndolo en 2024”, ha añadido el Gobierno estadounidense.
En este sentido, ha animado a todos los ciudadanos estadounidenses que viajen al extranjero a renovar sus pasaportes con antelación y también aconseja a los viajeros estadounidenses que se inscriban en el Programa de Inscripción de Viajeros Inteligentes del Departamento de Estado para que puedan recibir directamente mensajes importantes sobre sus destinos, incluidas las alertas oportunas y las actualizaciones de las advertencias de viaje.
