Es Urgente Cerrar la Oficina Central del Departamento de Educación de Puerto Rico

No se puede seguir hablando politicamente de la descentralización del Departamento de Educación. Hay que cerrar las oficinas centrales para abrir un nuevo departamento. Las razones son las siguientes: El sistema educativo es uno donde no se usa el tiempo para aprender y es basado en procesos. El estudiante sale peor cada año que pasa en las pruebas estandarizadas. Se violan los derechos constitucionales al no proveer una educación gratis y de calidad al niño. Los estudiantes no salen preparados para leer y escribir de forma efectiva. La necesidad de reformas drásticas en el sistema educativo de Puerto Rico es inminente. Abordar estas cuestiones implica tomar decisiones audaces y significativas que transformen la forma en que se aborda la educación en la isla. Entre las propuestas, se considera cerrar la oficina central del Departamento de Educación, reducir las oficinas regionales a ocho distritos y recortar el gasto administrativo del departamento que esta casi en un 50% y dejarlo en un 5% por ciento de gasto administrativo. Esto debido a que esos procesos se pueden automatizar de forma digital. Esta propuesta apunta a re dirigir los recursos hacia el núcleo de la educación, liberando fondos que actualmente están siendo desviados hacia estructuras administrativas sobre dimensionadas. Al concentrar los esfuerzos y los recursos en distritos más específicos, se busca una gestión más efectiva y una mayor capacidad para adaptar la educación a las necesidades particulares de cada región. La creación de un plan de estudios de emergencia es crucial. Este currículo debería priorizar habilidades fundamentales como la escritura y la lectura, presentadas de manera interactiva e integrando elementos de las bellas artes, la música, el drama y los videojuegos educativos. Este enfoque multifacético no solo fomentaría la creatividad y el compromiso de los estudiantes, sino que también abordaría la diversidad de estilos de aprendizaje. La reubicación del personal redundante en otras agencias gubernamentales busca no solo optimizar la eficiencia del Departamento de Educación, sino también garantizar que los empleados no sean desplazados. Esta reasignación permitiría una redistribución efectiva de recursos humanos, sin despedir empleados, pero sí re dirigiendo sus esfuerzos hacia áreas donde su experiencia y habilidades puedan ser útiles. Estas propuestas pueden ser vistas como medidas extremas, pero son esenciales para una transformación efectiva del sistema educativo en Puerto Rico. Buscan re enfocar la atención en lo que verdaderamente importa: la calidad de la educación y el desarrollo integral de los estudiantes. Se reconoce que estas medidas generarán cambios significativos y desafíos, pero es crucial reconocer que mantener el status quo es insostenible. La educación de la juventud puertorriqueña merece una inversión real y tangible, y estas propuestas representan un paso audaz en esa dirección. No se le puede dejar el cambio a las personas que están causando y manteniendo el problema donde se castiga y se priva al estudiante de una educación de calidad. Hay que cerrar la oficina central del Departamento de Educación en San Juan, cerrar todas las oficinas regionales de la isla, abrir una oficina administrativa en 8 distritos con un superintendente, una secretaria, un contable y un abogado. La oficina regional sería en los 8 distritos mas grandes de la isla como Bayamón, Ponce, Aguadilla, Arecibo, Caguas, Fajardo, Salinas y Mayagüez. TODOS LO PROCESOS ADMINISTRATIVOS SE HARIAN DE FORMA AUTOMATIZADA usando una base de datos uniforme para estudiantes y para maestros. TODOS LOS CONTRATOS SERIAN CANCELADOS HASTA NUEVO AVISO. De esta forma, se corta la dependencia política en el sistema y la prostitución educativa que existe al momento. Cada distrito recibiría lo que le toca por cada estudiante matriculado. O sea, se divide el total de presupuesto por la cantidad de estudiantes y esto le daría la nueva formula para poder mantener la operación a cada distrito. La parte de pago y cobro de dinero se le pasaría a un banco federal donde no haga falta duplicar procesos lentos de papel a mano que dependan de una sola persona. Para aquellos que piensen que hay leyes y contratos pendientes, se puede legislar de emergencia para salvar lo poco que nos queda de niños en la escuela. A los maestros existentes se le debe dar la permanencia luego de cumplir un año de trabajo satisfactorio. Esto eliminaría la situación de tener maestros transitorios por 20 años que todavía no tienen permanencia. Cada escuela elemental tendría 2 maestros por salón enseñado a leer y a escribir a sus estudiantes. Cada maestro que solicite la certificación debe ser por medio de una página web automática donde pueda subir sus credenciales y deforma automática recibir el certificado. El cambiar los requisitos dependiendo de quien atienda al maestro es una forma inepta de seguir operando. Aquellos maestros con maestría ó doctorado recibirían un certificado de maestro de forma automática. El desarrollo profesional de los maestros seria por maestro experto dentro del salón con sus estudiantes. Cada escuela tendría dos directores uno para la administración y coordinación con agencias de gobierno y el otro solo para asuntos académicos y apoyo al maestro. Cada escuela tendría mil megas por salón con acceso libre al internet monitoreado por el maestro de tecnología. Cada salón tendría mesas de trabajo en vez de pupitres. Cada biblioteca se convertiría en un cuarto de estudio con butacas y sofá para que los estudiantes puedan leer y producir sus proyectos de forma relajada. Educación Especial sería pasado al estado de Florida o Texas donde seria monitoreado y controlado a control remoto con una oficina virtual en Puerto Rico. Se ha comprobado que Educación Especial en Puerto Rico es deficiente y hay que tomar medidas drásticas en lo que se arregla la mala administración existente. Se puede dejar a los maestros pero toda la parte administrativa seria delegada al estado de la Florida o Texas. Esa idea es mejor que sub contratar los trabajo a una agencia local que duplicaría el gasto de los servicios. El modelo educativo de Puerto Rico basado en procesos administrativos es un fracaso y hay que eliminarlo de forma urgente. Es vital el apoyo de todos los sectores involucrados para llevar a cabo estas reformas. La colaboración entre el gobierno, los educadores, los padres y la comunidad en general es crucial para garantizar el éxito de estas iniciativas de cambio en pro de una educación más efectiva, relevante y en sintonía con las necesidades y la realidad de los estudiantes puertorriqueños.