En Puerto Rico se usan anualmente 1.100.000.000 millones de sorbetos plásticos al año, que no son reciclables y sí dañan el medio ambiente.
Así lo pusieron hoy de relieve Noel Portalatín, consultor y auditor en sistemas y redes, y Jessica Ríos, presidenta de The Barmaid PR, sobre estudios que han realizado.
La información fue difundida durante las vistas públicas hoy en torno al Proyecto de la Cámara 1746, de la autoría del presidente de la Comisión de Agricultura, Recursos Naturales y Asuntos Ambientales, Joel Franqui, que propone prohibir el uso de sorbetos plásticos de un solo uso en todo establecimiento comercial, de venta y distribución autorizado a realizar negocios en Puerto Rico.
Franqui expresó que la medida, “salva a la isla de ahogarse en plástico y afectar el ambiente y los animales marinos antes de que sea demasiado tarde. No lo podemos ver de momento, pero los sorbetos plásticos nos salen más caros a la larga. Tenemos los vertederos llenos, (los sorbetos plásticos) no se pueden reciclar en Puerto Rico por el material. Ya es el momento de que Puerto Rico de el paso y sea un ejemplo”.
De su parte, Portalatín validó datos de la aplicación TripAdvisor que destaca que en Puerto Rico hay registrados 4.673 establecimientos de restaurantes y barras a los que se suman más de 500 restaurantes de comida rápida, sin contar los restaurantes chinos, algunos “chinchorros”, carritos de comida, puestos de gasolina, colmados, eventos y festivales.
“Hablamos de un número conservador (pueden ser más) de 8.000 establecimientos donde se utilizan sorbetos plásticos.
Sin incluir colmados y otros establecimientos donde ofrezcan algún tipo de bebida. En Puerto Rico 44 de los 78 municipios tienen costa y son muchos los establecimientos que están cercanos a la costa. Visitamos las salinas en Combate, Cabo Rojo para ver la contaminación de plástico en el área donde se produce sal”, dijo Portalatín.
“Observamos y recogimos unas 30 libras de todo tipo de plástico, así como botellas plásticas, tapas, padrinos de refrescos, sorbetos, vasos, platos, potes de aceite de motor y fragmentos de plástico en un área de 500 metros lineales alrededor de las piscinas que forman para la producción de sal”, formuló el analista ambiental quién recomendó que las soluciones no vengan de una sola dirección o un solo sector.
Por su parte, Carlos Enrique Pacheco, ingeniero de profesión, agricultor y miembro activo de la Cooperativa orgánica Madre Tierra, amplió que se confeccionan diferentes productos reciclables y biodegradables y que aparte de los sorbetos hechos de papel o bambú, también hay de fibra de maíz, de aguacate, entre otros.
A preguntas del representante Franqui, ambos comparecientes coincidieron que reemplazar los sorbetos plásticos de un solo uso por reciclables o biodegradables es costo efectivo porque su costo de sobre 1 centavo por cliente, que es el mismo al actual.
Finalmente, el representante, expresó que se ha comprobado en las vistas públicas que Puerto Rico está listo para el cambio, es cuestión de más educación. Las opciones están. Las personas con necesidades especiales también tienen opciones que no necesariamente sea un sorbeto plástico. El no hacer nada no es opción. Tenemos que ser proactivos y que nosotros en el Caribe seamos el ejemplo para otras Islas y el mundo. (EFEUSA).-