Más de 50,3 millones de estadounidenses han depositado ya su voto por anticipado a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre, una cifra que supera ya a la de 2016, con once días de plazo todavía por delante, según las estimaciones de la web US Elections Project.
Frente al total de 47 millones de personas que depositaron hace cuatro años su papeleta en el periodo inmediatamente anterior a la gran jornada electoral, la mayor asistencia preliminar en estos comicios refleja el enorme interés que han suscitado entre la población, dividida entre el presidente del país, Donald Trump, y el candidato demócrata, y ahora mismo favorito en las encuestas, el exvicepresidente Joe Biden.
Caso especial es el que está ocurriendo en Texas, que está liderando la votación anticipada entre los menores de 30 años a nivel nacional, según datos de la Universidad de Tufts. El estado lidera la asistencia anticipada a nivel nacional, con 6,3 millones de votos, por delante de California (5,8 millones de votos), según Elections Project.
Como se esperaba, el análisis de la web confirma que la mayor parte de los votantes anticipados, un 50,6 por ciento, están registrados en el Partido Demócrata. Los republicanos, por contra y según su tradición electoral, son mucho más proclives a depositar sus papeletas el día de los comicios.
Así pues, el análisis de la página hace hincapié que el porcentaje de votantes anticipados no invita a hacer pronósticos sobre el resultado final de los comicios y remite a las encuestas nacionales de intención de voto. La media de sondeos realizada por la web Real Clear Politics otorga a Biden 7,9 puntos porcentuales de ventaja sobre Trump.
De los más de 50 millones de votantes por anticipado, 35 millones se han decantado por la opción del voto por correo, aspecto profundamente cuestionado por el presidente Trump, quien lleva semanas alertando de que este mecanismo es susceptible de fraude. Hasta ahora ninguna autoridad electoral ni tribunal ha respaldado esta denuncia.