La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano ha publicado una nota con instrucciones para el rito de las cenizas, que este año se celebrará el próximo 17 de febrero, para adaptarlo a las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus y evitar la propagación de los contagios.
Normalmente, la imposición de la ceniza se realizaba en la iglesia, con los fieles haciendo una fila para que el cura antes de poner la señal de ceniza en la frente, dijera algunas de estas dos frases: “Arrepiéntete y cree en el evangelio” o “en polvo eres y en polvo te convertirás” y así completar el rito.
Sin embargo, este año, en vez de repetirlo personalmente a cada persona, el sacerdote lo dirá solo una vez y dirigiéndose a todos. Así, de acuerdo con las medidas acordadas por el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, el sacerdote deberá usar gel para higienizarse las manos y con la mascarilla perfectamente colocada cubriendo adecuadamente boca y nariz, realizará el rito de las cenizas respetando la distancia de seguridad. De esta manera, el cura tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza, sin imponerla en la frente y sin mediar palabra.
El Papa suele acudir a la basílica de Santa Sabina en Roma para la misa del miércoles de ceniza. El Vaticano todavía no ha confirmado si la pandemia impedirá este acto, pero en cualquier caso, celebrará del miércoles de ceniza de un modo diferente.