Conforme lo he venido anticipando desde hace meses, y cuando nadie conocía esta caja de Pandora recién abierta, consideré que, el primer foco ígneo fratricida se desataría en La Araucanía y, por la enervante presión que, en la zona más rica trasandina, LosMapuches acelerarían una tan previsible como indetenible explosión indigenista.
Ahora, la antorcha del casus belli no pudo ser más oportuna para imprimirle a un clima que, era ya por demás destituyente desde hace más de lo que se suponía.
Alimentado todo ese guiso con la hoguera que los Trasandinos, repletos de reclamos y quizás, también de conquistas sociales, demasiado postergadas por las derechas, bueno, ahora están de parabienes y, disfrutando del aire por demás enrarecido que, excede en mucho cuanto Sebastián Piñera le ocultó al Fisco.
Para puntualizarlo un tanto más explícitamente, la realidad nos indica que, a ese Presidente no le aguarda un mero juicio institucional con más sus formalidades y protocolos, sino que, en función a la militarización que ya cuentan los Pueblos Originarios en su más glorificada hora, no descarto como igualmente lo predije que, además pretendan cargárselo.
No esencialmente porque merezca un escarmiento colectivo, toda vez que, no es Pinochet, sino más bien por lo que representa su figura y la colusión que, le asignan esos nativos a la concupiscencia entre él y el resto de la clase empresarial que, a partir, tal vez de hoy mismo, se encuentre bajo acecho mortal.
Ello, porque el misilazo que impactó y de lleno en el despacho de La Moneda y que, liquidó a Salvador Allende hace poco menos de medio siglo, se encuentra pendiente de una vindicta popular, socialista y obrera.
Aunque, si analizamos a los tributarios de esta gesta marxista en ciernes, es posible que encontremos los elementos de una futura y tal vez inexorable colisión de objetivos que, a mi criterio se presentará entre la izquierda urbana y la reivindicación de soberanía territorial que los Mapu muy enderezados se encuentran en conquistar y que, en esencia ningún vaso comunicantetienen con sus citadinos socios.
Y que, esencialmente es cuanto me hace inferir que, una vez culminada la inmolación presidencial que, vamos, debemos dar por descontada, surgirá idéntica crispación entre los actuales aliados, con fundamento en que, los intereses de ambos grupos se escindirán.
Porque los plumíferos anhelan y no cejarán ni un ápice, en hacerse al menos de las diez regiones más australes de ese país y que, es dónde se producen todos los alimentos cárnicos y frutihortícolas que alimentan a todos los chilenos por igual.
Muy a sabiendas que esa, diré, segunda fase de la guerra, tendrá inicio luego que, la institucionalidad quede primero extinguida.
No siendo y para nada descartable que esta primera fase iniciada ayer, encuentre su cénit precisamente en el profundo sur.
Se deberá de estar muy vigiles en los resultados de las primeras escaramuzas que en la víspera dejaron sus primarias imágenes y estar expectantes sobre si las Fuerzas Armadas, llegasen a imponerse para con los sublevados.
Por el contrario, si lo que predomine fuese la intensificación del terrorismo incendiario, la capitulación de todo El Sistema, pues será más inminente.
El ambiente no puede ser más tenso, y la oportunidad, ideal, para un enfrentamiento abierto, pero en función al equipamiento con el que los Milicos están pertrechados puede dificultarle y mucho las cosas a los rebeldes.
Se deberán seguir muy de cerca el cómo, la circulación vehicular pueda ser afectada, sobremanera con miras a un potencial desabastecimiento de comestibles que, un más que probable enardecimiento de toda la Patagonia deje en su camino.
Y, desde otro ángulo, la irradiación regional que, este ancestral conflicto pueda trasladarse a la limítrofe Argentina que, cuenta con una numerosa etnia, no tan -de momento-, beligerante.
Quizás sea prematuro que, me extienda más de la cuenta sobre hechos que, se encuentran en proceso de degradación e impeditivos de atisbar un resultado cierto en el corto plazo.
Sin perjuicio que, nada ni nadie me conduzca a un mínimo dubitativo que cuanto comenzó ayer, llegó para quedarse.
Porque la aristocracia tiene ingentes fondos para rearmar hasta los dientes a sus militares.Veremos si los indios se nivelarán o no con una fuerza antagónica que, no supera ni por mucho al quince por ciento de sus pobladores, pero que, concentra la mayor riqueza acumulada en estas décadas transcurridas y las formidables tomas de ganancias que esa Plutocracia galvanizó merced a la educación & salud públicas privatizadas.
Pero, sea en un sentido u otro, o bien, admitiendo incluso que, otros jugadores foráneos ingresen a este desigual cotejo armado, y pueda arreciar coetáneamente desde Bolivia y Perú, lo cierto es que…
EL SINDROME DE LA BALCANIZACIÓN LATINOAMERICANA YA COMENZÓ EN CHILE.