José Luis Rodríguez “El Puma” pasó con éxito este sábado su primera gran prueba de fuego al cantar por más de dos horas, en su primer concierto tras haberse sometido hace año y medio a un doble trasplante de pulmón y “volver de la muerte”.
“Gracias a Cristo que me trajo de la muerte”, dijo el venezolano de 76 años al inicio del recital que ofreció en el icónico teatro Fillmore de Miami Beach, ante un público que lo recibió de pie con estruendosos aplausos y al que el cantante presentó el equipo médico y enfermeras que lo trató, presentes en la sala.
“Gracias al donante y a la familia del donante, que todavía no conozco”, prosiguió El Puma, quien además había invitado al concierto a tres “trasplantados”. “Nos conocimos cuando estábamos muriendo”, explicó.
Ante una sala de butacas casi llena, el venezolano empezó con los cañones de artillería y dio la talla al interpretar su icónica canción “Dueño de ti”.
“Esto no es un show normal”, alertó El Puma al público. “Es una conversación de agradecimiento”, agregó, en directa alusión al nombre de la gira que ha iniciado esta noche y que proseguirá por América Latina, así como de su próximo disco, aún sin fecha de publicación.
A medida que se fue sintiendo cómodo, le creció la sonrisa, se sacó la chaqueta y la corbata, a la vez que hacía gala de humor mientras desgranaba temas como “Voy a conquistarte” y “Tengo derecho a ser feliz”, con los que demostró que sus problemas de salud no tocaron la tesitura de su voz y apenas mermaron su potencia vocal.
“Estos zapatos que tengo”, dijo enseñando su calzado deportivo, “no es que El Puma se la quiere de joven. Es que a los trasplantados se nos hinchan los pies y con estos zapatos ustedes no se dan cuenta, y yo tampoco”, explicó.
Acompañado de una banda de 10 músicos, con los que llevaba dos meses ensayando, Rodríguez interpretó clásicos venezolanos, como el joropo “Amalia Rosa” y la gaita navideña “La moza” durante un recital en el que si bien hubieron amagos de baile, la mayor parte la ofreció sentado en un taburete, desde donde interpretó éxitos como “Silencio”, “Por si volvieras” y “Voy a conquistarte”.
Muy crítico con el gobierno que lidera Nicolás Maduro, no esquivó la situación política en Venezuela y en un momento gritó “Maduro”, ante lo que el público respondió el ya consabido “Coño de tu madre”.
“Estamos en la etapa final. Se van a ir, caminando o con los pies adelante, pero se van a ir”, dijo el cantante.
Entre el público estaban su esposa Carolina y su hija menor Génesis Rodríguez, quien viajó con su prometido desde Los Ángeles, donde reside, para acompañar a su padre.
“Gracias a mi esposa querida Carolina, la amo más que nunca”, expresó El Puma. “A mi hija Génesis y a su novio Vincent. Trátala bien”, añadió.
Más entrado en calor a partir de la segunda mitad del concierto, Rodríguez le hizo un pequeño homenaje a México, con canciones como “Échame a mí la culpa”, “Piel Canela”, y “Los amigos”.
Cantó algunos de los temas que formarán parte de su próximo disco, “Agradecido”, una producción acústica que se apoyará principalmente en percusión afrocaribeña, y que incluirá versiones bailables de canciones como “Ojos negros” y “Mochilón”.
La noche no ignoró sus inicios y El Puma abordó con luminosidad “Juana Bonita”, uno de sus mayores éxitos con la orquesta de música tropical Billo’s Caracas Boys, donde se hizo famoso en Venezuela, así como la canción “Mi amigo El Puma”, que dio pie a su sobrenombre.
El intérprete recibió luego en el escenario al cantautor español José María Purrón, con quien cantó “Culpable soy yo”.
“Estamos también agradecidos contigo Puma. Sabemos lo que has luchado por estar aquí”, le dijo el español.
El cantante, quien fue sometido el 17 de diciembre de 2017 a un doble trasplante de pulmón, reveló que la primera vez que sintió que le faltaba el aire fue en el año 2000. Poco después fue diagnosticado con una fibromatosis pulmonar, cuya única cura es el trasplante.
El Puma instó a los presentes a convertirse en donadores de órganos. “Cada persona puede salvar a 10”, afirmó.
“Pavo Real” y “Agárrense de las manos”, dos de sus mayores éxitos continentales, marcaron el cierre de un concierto que reflejó que, con sus dos pulmones trasplantados, El Puma aun ruge con plenitud.
“Soy muy feliz ahora. No sé ustedes. Pero yo estoy muy feliz”, subrayó.