Su formación política ha estado en el punto de mira del Ministerio Público guatemalteco desde que pasó la primera vuelta electoral.
El Gobierno saliente confirma que el proceso de transición arrancará el 11 de septiembre.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha agradecido este lunes los mensajes de apoyo de la comunidad internacional y ha subrayado que “nadie podrá detener la voluntad” de la ciudadanía, después de ganar las elecciones en segunda vuelta y en medio de las maniobras de la Fiscalía para anular su candidatura.
“Con aprecio agradezco a los jefes de Estado y de Gobierno por sus mensajes de felicitación, sus buenos deseos para el pueblo de Guatemala y el apoyo que nos han mostrado”, ha indicado el mandatario electo del país latinoamericano a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
“Vamos hacia la nueva primavera. Nadie podrá detener la voluntad de las y los guatemaltecos”, ha agregado el mandatario, del Movimiento Semilla, que en las últimas semanas ha estado en el punto de mira del Ministerio Público, que trató de suspender la personalidad jurídica de la formación política y registró su sede.
Por su parte, el Gobierno saliente de Alejandro Giammattei ha confirmado que comenzará a trabajar con el vencedor de las elecciones en el “histórico” proceso de transición a partir del 11 de septiembre, con vistas a que Arévalo asuma el cargo el 14 de enero de 2024, tal y como marcan los plazos.
El ministro de Asuntos Exteriores, Mario Búcaro, ha revelado que Giammattei ha conversado sobre esta cuestión con la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con su secretario, Luis Almagro, a quien ha invitado a participar como verificador de este proceso de transición.
Arévalo venció a Sandra Torres, candidata de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien por ahora ha optado por no reconocer públicamente su derrota, a la espera, según apuntan medios guatemaltecos, de la decisión del Tribunal Supremo sobre el amparo que presentó antes de las elecciones para que el Tribunal Supremo Electoral llevara a cabo un escrutinio “fiel” de los resultados.
Torres, que durante la campaña intentó sembrar dudas sobre la posibilidad de que se produjera fraude electoral, obtuvo el 37 por ciento de los votos, por el 58 por ciento que logró la candidatura progresista de Arévalo.