Tras la serie de atentados producidos por el yihadismo que están golpean el corazón de Europa cabe actuar y tener en cuenta que la compasión con las víctimas es el punto de partida necesario para contrarrestar el veneno del miedo y la división que el terrorismo inocula en las sociedades. Recuerdo, con el obispo de Niza, que el cristiano está llamado en este contexto a iluminar estos momentos dramáticos con el testimonio de la cruz redentora, en la que el odio y la muerte son definitivamente vencidos por el amor de Dios.
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Jesús Domingo Martínez
17003 Girona