Sustancial lujo, gran comodidad, alto precio y hasta un “chauffeur”, son las asociaciones mentales que frecuentemente se hacen cuando mencionamos a Jaguar. La imagen, creada con toda justificación por la legendaria compañía inglesa, ahora con administración hindú, ha comenzado a cambiar algo, comenzando precisamente este año.
Cuando Jaguar estaba bajo el domino de Ford, ya habían intentado con un sedán compacto, el X. Como tantas otras cosas que fracasaron durante el matrimonio Jaguar-Ford, el X fue un fiasco. Lo intentan ahora nuevamente con el XE, un sedán compacto que ataca con ferocidad a los establecidos del segmento, la Serie 3 de MBW y el archiconocido C-Class de Mercedes Benz.
Este es un auto importante para Jaguar. Antes de que deje de leer el artículo pensando que no estaría al alcance de su bolsillo, me agrada notificar que el precio de entrada de esta “Jag” es de $34,900 dólares. Nuestro auto de prueba, con motor de petróleo turbo de 180 caballos venia equipado con un alista impresionante de prestaciones por menos de $37,000 lo que en el caso de otro fabricante, inflarían el precio de forma desorbitante.
¿Y cómo se maneja? ¡Como un sueño! Jaguar ha puesto su dinero en la dinámica y suspensión de este auto, incorporando los últimos avances de la ingeniería automotriz, y manteniendo un buen nivel de seguridad. Buena parte del buen manejo de le puede atribuir a lo que Jaguar define en la construcción del XE como, “aluminio intensivo”, lo que significa que ese metal ligero representa alrededor del 75 por ciento de su estructura.
La estructura de aluminio del XE se manifiesta través en la manejo y calidad del paseo. Se puede sentir el peso ligero del coche en el volante, y eso es algo bueno. No me tomen a mal. Para que un auto se sienta “plantado”, no necesita ser pesado. Este Jaguar es extremadamente maniobrable, respondiendo precisamente a las entradas de la dirección. Es uno de esos autos que va precisamente a dónde quieres, pero no encuentras resistencia, él te ayuda a llegar a ese punto exacto, y es lo que más agradeces cuando quieres disfrutar de una carretera sinuosa.
Pusieron dinero y espacio también en la suspensión, que es mucho mejor que la del BMW 3 Series. La suspensión de brazos A, es cara, pero garantiza que las gomas delanteras se agarren con más fuerza a la carretera. La desventaja de esta suspensión es el espacio que ocupa, que desafortunadamente reduce la capacidad del maletero o cajuela.
La cabina de la XE es un lugar brillante y agradable, y no sólo porque el cuero rojo cereza irradia energía. La cabina es tan despejada como el exterior, y hay buenas líneas de visión en cada dirección. No alcanza el lujo de algunos contrincantes, especialmente el de los últimos Volvos y Mercedes, pero por la propia intención de los diseñadores, está muy orientado al conductor. El selector de marchas se hunde en la consola cuando el vehículo se apaga, ayudando a que el interior de este auto sea extremadamente liso, sin protuberancias. Hasta las salidas de aire son bien discretas, creando un “fluido” visual muy consistente. Por lograrlo, desgraciadamente hay muy pocos controles manuales, lo que obliga al uso continuado de la pantalla táctil, en un sistema de información y entretenimiento que gana en torpeza y poca funcionalidad a muchos de la industria.
Para el mercado norteamericano, el Jaguar XE llega de inicio con pocas opciones de motor y transmisión y la alineación incluirá un 4 cilindros en línea turboalimentado de 240 caballos, la versión superior, un V-6 de 3 litros y 340 caballos y el Diésel que nosotros probamos, un turbo de 4 cilindros y 318 caballos. La tracción es trasera en todos los modelos, con disponibilidad de AWS, o tracción en todas las ruedas para todos. No hay posibilidad de adquirir un XE con transmisión manual en Estados Unidos, al menos por el momento.
Hay una plétora de configuraciones, 17 según mi cuenta. Van desde el más económico 25t que comienza en los $34,900 llegando a los $51,700 para el 35t Sport AWD. Por el medio quedan calificaciones de Prestige, Sport y Premium para complacer -y confundir- a cualquier comprador.
El XE como sedan compacto de lujo, no es el mejor de su clase. Sería mucho pedir para un modelo acabado de salir al mercado. Lo que sí le puedo recomendar a los que estén pensando en adquirir un BMW Serie 3, que no se apresuren en su decisión, y luego de probar el BMW pasen por un concesionario de Jaguar y pidan una “probada” en el XE.
Quizás queden gratamente sorprendidos, que es mejor que preocupados, como deben estar los encargados de las ventas del Serie 3.
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Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes, como préstamo por una semana, para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.