El término jipi se ha desvirtuado mucho en los últimos tiempos. Poco tiene que ver esa palabra con los verdaderos jipis que le dieron fama y una verdadera dimensión a un movimiento que llegó a tener un gran calado entre los jóvenes de la época.
Si en nuestros días se utiliza mucho la idea de “fluir” para hacer referencia a dejarse llevar y a dejarse sorprender por lo que la vida trae, los auténticos jipis fueron los grandes maestros en eso tan etéreo como es el fluir.
Qué es el movimiento jipi
El movimiento jipi nació en la década de los 60 del siglo pasado y tuvo su foco principal en los Estados Unidos. El jipismo es un movimiento contracultural que surgió como oposición a los sistemas de valores de la sociedad estadounidense de la época. En aquellos años, los Estados Unidos se habían convertido en una sociedad sexista en la que los hombres llevaban la voz cantante, tanto en el ámbito laboral, como en el familiar. El hombre ordenaba y la mujer cumplía. Era, también una sociedad racista en la que había infinidad de problemas raciales y la segregación estaba a la orden del día. Es en esta época cuando los negros consiguieron, mediante la lucha, crear una sociedad racialmente más igualitaria –aunque esta es una lucha que aún sigue vigente-.
El fin de la II Guerra Mundial y la llegada de la Guerra Fría, provocaron una polarización política a nivel mundial. Los Estados Unidos se convirtieron en el máximo exponente del capitalismo y basaron su modelo político, económico y social en el crecimiento imparable del consumo. A su vez, y por oposición, se convirtieron en el principal enemigo de la Unión Soviética y en el buque insignia del anticomunismo, ya que el comunismo se vendió ante el grueso de la población como la reencarnación del mal.
Como respuesta a todas estas circunstancias, floreció el movimiento jipi, que bebe directamente de la literatura de la beat generation, de autores como Jack Kerouac o Allen Ginsberg, que también rechazaba el stablishment, pero con un toque existencialista y de negatividad ante la experiencia vital.
Los jipis, al igual que esos desencantados escritores, rechazan lo establecido y defienden un cambio en la manera de enfrentarse a la vida, sin embargo, adoptan una postura mucho más positiva y relacionada con el disfrute.
Defienden la libertad de los individuos frente a un estado y un entorno laboral que los aliena y homogeneiza. Se trata de un movimiento pacifista que se manifestó en contra de la guerra de Vietnam y de cualquier forma de violencia. Se oponen al consumismo y propugnan el amor libre como un enfrentamiento directo a los roles sociales y de género de la época. De ahí que lleven el pelo largo, la barba sin cuidar y se vistan con ropas, anchas, sueltas y de colores estridentes, para, en cierto modo, transgredir los estándares sociales que ya vienen marcados por unas vestimentas y una imagen generalizada. Los jipis abrazan las causas ecologistas, defienden la naturaleza y la exploración en todos los ámbitos de la vida, motivos por los cuales creen un estilo de vida nómada, sin ataduras y experimentan con drogas como la marihuana o el LSD.
