El Gobierno afirmó hoy que respalda los intentos de reanudar conversaciones de paz en el Yemen y urgió a las dos partes del conflicto -la coalición saudí apoyada por Washington y los rebeldes hutíes respaldados por Irán- a que cesen de “inmediato” las hostilidades.
En una rueda de prensa, un portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, instó a los hutíes a que pongan fin a sus ataques con misiles y aviones no tripulados contra Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos para que, luego, la coalición liderada por Riad acabe con sus ataques “en áreas pobladas” del Yemen.
“Hemos llegado a la conclusión de que el clima es el adecuado y que es el momento de ir hacia adelante”, subrayó Palladino.
El intento mediador de la ONU fracasó el pasado 6 de septiembre debido a que los hutíes no acudieron a Ginebra, donde debían tener lugar las consultas.
El Gobierno sueco admitió hoy haber sido consultado por la ONU para acoger unas hipotéticas negociaciones de paz sobre el conflicto en el Yemen y mostró su disposición a ser el escenario de las conversaciones.
De producirse, esa reunión sería la primera ronda de conversaciones entre el Gobierno yemení y los rebeldes hutíes en dos años.
Esta semana, el secretario de Estado, Mike Pompeo, instó a los bandos de la guerra en el Yemen a que pacten un cese el fuego a lo largo de los próximos 30 días para negociar después un fin al conflicto.
El jefe de la diplomacia estadounidense sostuvo que las consultas entre las partes bajo la supervisión del enviado especial de Naciones Unidas, Martin Griffiths, “deben empezar en un tercer país este mes de noviembre”.
En septiembre de 2014 los hutíes expulsaron de Saná al Gobierno reconocido internacionalmente del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
La coalición árabe, que ha admitido ataques en los que han muerto decenas de civiles, entró en el conflicto en marzo de 2015, momento en el que se recrudeció la guerra que ha causado la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU.
El llamado de Washington a favor de una reanudación de las negociaciones de paz llega en un momento crítico para Arabia Saudí, que es objeto de numerosas críticas debido al asesinato a principios de octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.