La Cámara de Representantes homenajeó ayer a título póstumo al político dominicano José Francisco Peña Gómez en presencia del canciller de ese país y presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, la viuda de Peña Gómez, Peggy Cabral, y otros miembros de ese partido.
El homenaje, impulsado por el congresista demócrata de origen dominicano Adrián Espaillat, evocó la labor del líder político, fallecido hace 20 años, en el pleno de la Cámara Baja, en Washington, en la que se guardó un minuto de silencio en su memoria.
“Peña Gómez amaba a los dominicanos en el exterior. Los consideraba hombres y mujeres sacrificados que pensaban en sus familias, y por eso pensó en ellos en momentos difíciles”, explicó su viuda en un almuerzo anterior, donde se rememoró la labor de Peña Gómez entre numerosas anécdotas.
Cabral insistió en que su marido “admiraba” a los inmigrantes dominicanos en EEUU, y valoró el homenaje de ayer por la importancia que supuso en su vida el papel de la comunidad dominicana, que se convirtió en “su propia familia” cuando estuvo convaleciente de su enfermedad en Nueva York.
La delegación la completó Rafael Vásquez, secretario nacional de organización del PRD; Tony Peña Guaba, secretario general y Abril Peña, estos dos últimos hijos del insigne político dominicano.
Peña Gómez (1937-1998), fue líder del PRD, vicepresidente mundial de la Internacional Socialista (IS) y presidente de esa organización para América Latina y el Caribe.
Asimismo, estuvo en la cúpula de la Confederación de Partidos Políticos para América Latina (Coppal) y del Diálogo Interamericano, entre otros organismos.
