Estados Unidos declaró hoy que, tras un “análisis cuidadoso y exhaustivo” de los hechos, “está claro” que la violencia y abusos contra los rohinyás en el estado birmano de Rakáin “constituye una limpieza étnica”.
Así lo afirmó en un comunicado el secretario de Estado, Rex Tillerson, quien visitó Birmania la semana pasada.
“El Gobierno y las fuerzas de seguridad de Birmania deben respetar los derechos humanos de todas las personas dentro de sus fronteras y responsabilizar a quienes no lo hacen”, sostuvo Tillerson.