Rodolfo R. Pou,
Arquitecto. Empresario. Dominicano en el Exterior.
Esta pasada semana, y a pesar de sonar bufo decirlo, para los dominicanos residentes en los Estados Unidos, todos los caminos conducían a la Capital de la nación americana. Centenas de ellos, llamados por la invitación que les extendiera único dominico-americano, miembro del Congreso de los Estados Unidos, el representante Adriano Espaillat, llegaron allí para decir presente.
A ritmo de tambora y orgullo patrio, en buses bajando desde la costa nordeste y en avión procedentes de los Estados del sur, líderes comunitarios, políticos, culturales y empresariales que se identifican como dominicanos, respondieron a la convocatoria al Capitolio en Washington, que le hiciera el Congresista Espaillat.
El dual compatriota, empoderado por otros valiosos miembros de la activa diáspora de este país y el apoyo de sus colegas de la Cámara de Representantes, lograron diseñar un importantísimo encuentro, el cual titularon “Dominicans on the Hill”.
El alusivo término “Hill”, el cual puede ser traducido como “loma” o “cima”, es uno que con regularidad se utiliza para resaltar la ubicación del edificio del Capitolio, el cual reposa en una posición elevada sobre la planicie de la ciudad. “Capitol Hill”, el edificio que alberga el poder legislativo, con su Cámara de Representantes y Senado de los Estados Unidos, sirvió de simbólico escenario para transmitirle de manera icónica a la diáspora dominicana, el hecho de que ya habíamos llegado al pináculo, a la montaña. Pero con ello y además, la responsabilidad que viene con ser un representativo decisor de los destinos de la idea llamada América.
El encuentro que se organizó, no fue solo de celebración y orgullo. Sino que, el congresista Espaillat, tomando la propuesta que le había extendido la exRepresentante Estatal de la Florida, Daisy J. Báez, y junto a otros distintivos aportes de valiosos técnicos profesionales y electos servidores públicos dominicanos de la diáspora, logró presentar un programa de significativos e interesantes temas, complementado por correspondientes paneles a la altura de los mismos.
El intercambio
Expertos expositores y panelistas, manejaron con gran fluidez y responsabilidad, la gran gamma temática que preocupa a la población dominicana que reside en los Estados Unidos y ya es parte del tejido de la nación, más que la que aun insiste y se ve envuelta en la semiótica de la política de colores de la tierra originaria.
Los temas que con seriedad se trataron, se enmarcaron tanto en las actuales dificultades que presenta la política de inmigración, como en las controversiales preguntas que se están planteando en el próximo censo nacional. También hubo paneles de discusión, que trataron nuestro rol y presencia en el desarrollo económico local y sectorial, como por igual, los efectos de las políticas migratorias y educativas que se están trazando nacionalmente y en nuestros distritos locales.
Interesantes y participativos intercambios entre los panelistas y los allí presente, mostró el crecimiento temático y participativo de la comunidad dominicana, trascendiendo con ello, el perfil que, por décadas lo había definido. Por lo que, no fue sorpresa ver como públicamente y en unisón, los dominicanos reunidos en aquel auditorio, fijaban el compromiso de dar un mayor seguimiento a las aptitudes y argumentos que se discutieron a lo largo del día.
Éntrelos expositores, pudimos contar con Alejandra Castillo, CEO de World YWCA; Rudy Fuertes, Pasado Presidente de la Asociación Nacional de Supermercados; Angelina Infante, Sub-Directora Ejecutiva del Departamento de Educación del Estado de Nueva York; Ramona Hernández, Directora del Instituto de Estudios Dominicanos de la City University of New York, entre otras valiosas figuras de la educación y el activismo socio-cultural y económico.
Uno de los más significativos aportes del encuentro, y que perdurará por mucho después, fueron los datos que facilitaría como completo del programa impreso, el Director Ejecutivo de Dominicanos USA, Eddy Cuesta. El levantamiento de información que suministró su institución, gráficamente explicaba la distribución y las tendencias de las poblaciones de origen dominicana, y los distritos electorales a los que pertenecen. Una joya de información socio-política.
Los Saludos
Reconocidos Senadores de la talla de Bob Menéndez de Nueva Jersey y un más amplio matiz de Representantes de los Estados Unidos, sacaron tiempo para pasar por el evento, para extender saludos públicos a nuestra comunidad, a la vez que daban formal apoyo a la gestión de nuestro Adriano Espaillat. Con ello, nos recordaron que, los dominicanos se han convertido en un importante sector social, económico y cultural, y más aún, una gran influencia política.
El Cierre
La fría noche que cerró la visita de los de dominicanos a Washington, terminó encendida y acalorada, en una de las logias laterales del Capitolio, donde animado por nuestra música, bocaditos y bebidas tradicionales, el líder congresista de Nueva York, distinguió a cuatro dominico-americanos, de manera pública. El honorable Rolando Acosta, juez presidente de la Suprema Corte de Apelación de Nueva York; la Directora de Pediatría del Hospital General de Massachusetts, Dra. Elsie Taveras; el honorable Representante Estatal de Pensilvania, Danilo Burgos y la líder comunitaria, Nilda Wilson.
Llegamos a la Cima
Basta un ejemplo solo, para determinar que los cisnes negros no son una ilusión. Como tan solo costó un solo congresista de origen dominicano, para entender que los dominicanos residentes en los Estados Unidos, iniciaban su bordado sobre el tejido de la nación y la idea de que esta proyecta.
Pero más evidente aun lo fue, cuando un último despliegue de colegas congresistas de nuestro Adriano Espaillat, pasaron a congratular a los dominicanos que ese día habían llegado al Capitolio a decir presente y futuro. Joaquín Castro de Texas; Steny Hoyer de Maryland y Líder de la Mayoría, como por igual, la mujer más poderosa de los Estados Unidos, la congresista y Presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien no solo distinguió con sus salutación a la comunidad, sino que extendió el más evidente apoyo a la misma, con el gesto de estar presente en la actividad de uno de sus 435 miembros de la Cámara y único congresista de la pujante y cada vez más responsable y participativa comunidad ancla del partido demócrata, la cual se acerca a dos millones, en un país de más de 300. Hemos llegado a la cima.