Señala que 400 efectivos de la misión de seguridad son insuficientes para que la fuerza sea “efectiva”
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ha alertado ante la Asamblea General de Naciones Unidas de que no se cumplen las condiciones para celebrar elecciones en Haití y ha criticado que no se haya completado el despliegue de la misión de seguridad para combatir la violencia de las pandillas en el país caribeño.
“Hemos llegado a este punto con grandes sacrificios, pero a prácticamente un año de la celebración de las elecciones en Haití, aún no están dadas las condiciones para ello”, ha subrayado el mandatario dominicano en el 79º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Abinader ha explicado además que solo se han desplegado 400 efectivos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para Haití, liderada por Kenia y que cuenta con el respaldo de la ONU, una cifra insuficiente frente a un “mínimo” de 1.000 para que la fuerza “sea efectiva”.
“Hoy día no se han depositado en el fondo fiduciario para Haití los recursos requeridos para lograr el despliegue pleno de la fuerza y alcanzar los objetivos de pacificación y respaldo a la eventual celebración de elecciones libres, justas y transparentes”, ha agregado ante la Asamblea.
El presidente también ha catalogado de “inaceptable” que “a estas alturas países que han tenido incidencia en la situación haitiana” o que se hayan “comprometido con su solución no hayan cumplido plenamente con sus promesas”.
Pese a ello, el presidente dominicano ha agradecido los esfuerzos a Kenia, “que ha cargado con la mayor parte de los efectivos que apoyan a la Policía Nacional” de Haití, así como a Estados Unidos, “sobre quien ha recaído la mayor carga financiera y logística”.
Entre los agradecimientos también ha incluido a países como Jamaica, Bahamas y El Salvador, que han enviado efectivos, y a organizaciones como la Comunidad del Caribe (CARICOM) “por sus esfuerzos en favor del diálogo y la concertación”.
Con todo, ha instado a los países a seguir trabajando por “la estabilidad y desarrollo” del país caribeño. “No podemos permitir que los esfuerzos hasta aquí alcanzados se desplomen pues, de lo contrario, el colapso de Haití será inminente y sus consecuencias alcanzarán a toda la región”, ha sentenciado.
El primer ministro de Haití, Garry Conille, ya advirtió en agosto de que el despliegue de las fuerzas internacionales estaba siendo muy lento y de que las bandas armadas ostentan el control prácticamente total de la capital, Puerto Príncipe.
Haití no tiene presidente desde que a principios de julio de 2021 un grupo de sujetos armados irrumpiera en su residencia oficial y asesinara a Jovenel Moise. Poco después, Ariel Henry ascendió al puesto de primer ministro entre críticas y tras varios años de inestabilidad. En marzo de este año presentó su dimisión tras la oleada de violencia que sacudió la nación caribeña.
El Consejo Presidencial de Transición, liderado por el que fuera máximo representante del Senado haitiano entre 1995 y 2000, Edgard Leblanc, acabó designando a Conille el pasado 3 de junio para llevar a cabo esta tarea de pacificación en calidad de jefe del Gobierno.
El Gobierno de transición de Haití anunció hace una semana la creación de un Consejo Electoral Provisional, organismo encargado de organizar la celebración de las primeras elecciones en el país en una década, ya que los comicios están previstos para 2026 y los últimos se celebraron en 2016.