El presidente cubano y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha votado este domingo en la ciudad de Santa Clara, en el centro del país, en el marco de las elecciones generales que celebra la isla.
Díaz-Canel ha ejercido su derecho en la circunscripción número 44 de Santa Clara, su ciudad natal. Antes de entrar en el colegio electoral, Díaz Canel ha conversado con algunos jóvenes que “le expresaron su apoyo y confianza en el proceso democrático cubano”, según informa la prensa oficial cubana.
El mandatario ha destcado que los candidatos han tenido la oportunidad de “dialogar con el pueblo sobre los desafíos que enfrenta Cuba ante el bloqueo económico y la injusta inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo”.
Además, ha defendido que la Asamblea Nacional cambie su sistema de trabajo para facilitar el intercambio con las personas y avanzar en la agenda legislativa. Igualmente ha expresado su confianza en que “el pueblo cubano está defendiendo el futuro, la patria y la unidad de la revolución con su voto consciente y optimista”.
También ha votado ya el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, concretamente en la circunscripción 7 del reparto Pastorita, en el municipio de Gibara, provincia de Holguín. Marrero también ha conversado con los niños y niñas que custodian las urnas durante esta jornada “conmovedora y estremecedora”.
“Este es un proceso cívico y democrático donde el pueblo eligió primero sus delegados, luego a sus candidatos a diputados y este domingo los ciudadanos acuden a las urnas de manera libre y democrática para elegir a sus diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular”, ha subrayado Marrero.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, ha destacado en Twitter que su voto “es por la patria, por seguir construyendo una sociedad socialista más justa y democrática y por la continuidad de la Revolución”.
Las autoridades han realizado un llamamiento a la participación mientras que la oposición ha pedido la abstención como declaración política y con el objetivo de que una cifra alta alimente su discurso contra la legitimidad del actual sistema político cubano.
