Imposible no escribir sobre este tema en estos momentos tan críticos de la atención de la salud en la Venezuela del Socialismo del siglo XXI y despuès de transitar por 40 años entre pasillos de centros de salud en varias regiones de este país, sobre todo en Caracas, Cojedes, Aragua y Lara y en diferentes etapas de mi formación académica, laboral, profesional y administrativa en el área de la salud. He aprendido viendo, haciendo, estudiando, preparándome o padeciendo experiencias propias, de familiares, conocidos o amigos cada día; todo esto me dan una clara realidad de la evolución de los servicios de salud en esta nación.
En relación a la academia y los estudios de Medicina de la escuela Vargas de la UCV en Caracas eran excelentes. No aproveche al máximo las exigencias de mi tiempo y juventud. En la evolución en el tiempo puedo afirmar que en general la parte académica ha decaído en todas las Universidades y por diferentes motivos, pero más aún en este Socialismo, porque no es la cantidad de Instituciones universitarias o una matrícula abundante lo que demuestra su mejória, sino la calidad de sus egresados y su ética.
No creo que estudios y preparación deficientes de tres años logre equiparar los conocimientos de 6 años académicos de carrera y menos con docentes poco competitivos y rebuscados a dedo en algunas universidades y a conveniencia o selección por estar con el proceso revolucionario y con exclusión de profesionales preparados en diferentes materias. Es mi opinión muy personal lo que he visto y palpado; pero también involucro en mi crítica a los formados en universidades públicas tradicionales, claro con muchas excepciones, porque todavía existe gente muy responsable y capaz. Muchos profesores y estudiantes están tratando de irse de este país, cosa que se debe evitar en lo posible y con las medidas que el conglomerado decida.
La mano derecha del médico y me refiero a las enfermeras a las cuales respeto y admiro, caen también en esta crítica académica e incluso muchas me han dicho que se a perdido mucho la ética y mística profesional por diferentes motivos y con esta situación económica mucho más. “El que tenga ojos que vea, y el que tenga oídos que escuche”.frase de un difunto.
Sin promoción y prevención en salud no hay academia que valga en Venezuela y en eso los cubanos creo que nos ganan, y en su pensum de estudio le dan importancia; pero también tienen un turismo en salud mercantilista que no me convence y una falta de medicina basada en evidencia científica. Tres años de estudio con “calidad” si pudieran cumplir la meta de promocionar o prevenir los problemas de salud en áreas muy específicas de nuestras ciudades o pueblos, pero nunca compararlos con medicina de 6 años de pensum de estudio.
En el trajín diario laboral vi. desde al año 79 “ruletear” pacientes de hospital en hospital por no tener cupo en camas hospitalarias en emergencia, UCI o en un determinado servicio, en otros vi morir por falta de algún medicamento o equipo muy especifico, pero en comparación con esta calamidad actual no tengo con que contrastar ni comentar más, solo que debemos seguir preparándonos para lo que viene en defensa de nuestros paciente, amigos o familiares. En este punto podría auto criticarme ¿ qué hice y qué no hice? para mejorar situaciones similares, pero el destino me alcanzo ahora en esta realidad en otro tiempo y espacio.
En el área administrativa vi que siempre existía algo de corrupción, intereses políticos que prevalecían ante lo personal o la meritocracia. Observe que los intereses de los sindicatos y sus demandas casi siempre tenían la razón ante el patrón. El personal de salud luchaba siempre por la falta de insumos y por un salario justo. En relación a esto, sigue peor en la actualidad pero inaguantable por la inflación y corrupción existente y con una cola de ministros para ver quien la detiene o empeora. Si la falta de muchos medicamentos, equipos médicos, insumos de toda clase, centros de salud deteriorados para el pueblo, corrupción, anarquía, no es una crisis o caos, entonces ¿Cómo se llama esto: crisis del prójimo, crisis al humano, crisis de pueblo o qué? Es una “crisis de guerra” con repercusión humanitaria al derecho a la salud y a la vida, es decir a los derechos humanos establecidos mundialmente.
La profesión u oficio del médico es noble como muchas otras, pero debo reconocer que algunos han perdido esa nobleza y su ética, el mercantilismo ronda la mente y bolsillos de unos cuantos, exagerados honorarios de muchos que se creen o que le han dicho que son “eminencias” deja mucho que desear. Cada cual se valora y se da su precio que puede ser “justo” por su experiencia, tiempo o especialidad pero se me parecen a los precios de las mercancías remarcadas en los productos de la dieta básica.
Muchos enfermos no están al alcance de esos honorarios exagerados pues estos colegas estan paralelamente dolarizados posiblemente a causa de la guerra económica o del Imperio. Su conciencia es su mayor juez, pero el pueblo los observa y los comenta y de nuevo: el que tenga ojos que los vea y los señale y el que tenga oídos que lo piensen y recapaciten y el que tenga dinero que no reparé.
En relación a los seguros privados, que paguen sus deudas atrasadas, que no engañen a sus clientes con letras pequeñas en sus contratos y que el gobierno y la Asamblea tenga vigilados y controlados a estos seguros o a los servidores privados de salud ante tanta especulación.
Parafraseando a Martin Lutter King “Lo que más me preocupa es el silencio, la quietud, la apatía de los bondadosos de un pueblo; no me inquieta los gritos, amenazas de los tiranos, vivos o prepotentes”.
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Rubén Lopera