El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, disolvió ayer la legislatura liderada por la oposición del país, días antes de que los legisladores votaran por su juicio político, iniciando un período de gobierno presidencial por decreto antes de las elecciones anticipadas. Lasso, un banquero conservador elegido en 2021, está acusado de permitir un esquema de malversación de fondos que beneficia a contratistas privados a expensas del estado.
Lasso sobrevivió a un intento de juicio político el año pasado por doce votos y se ha enfrentado a una fuerte oposición a ciertas políticas, incluida la reducción de los subsidios a los combustibles, así como al aumento de las tasas de criminalidad durante su mandato. Aunque fortalece los lazos con los EE. UU., sigue siendo impopular en Ecuador, alcanzando un índice de aprobación del 13%, el más bajo en décadas, a principios de este año.
Los observadores no están de acuerdo sobre la legalidad del uso de Lasso del llamado mecanismo de “muerte mutua” escrito en la constitución de 2008, la primera vez que se utiliza. La regla permite que el presidente disuelva la legislatura durante períodos de estancamiento político, y se espera que las elecciones tanto para el nuevo presidente como para los legisladores se lleven a cabo dentro de los 90 días.