Jerusalén.- Miles de cristianos participan en el Jueves Santo de Jerusalén, rememorando el Lavatorio de Pies de Jesús a sus discípulos y la Hora Santaen el Huerto de Getsemaní, en las faldas del Monte de los Olivos.
Tierra Santa revive las últimas horas de Jesús durante una jornada considerada “infinita” que comenzó con una misa temprana en la Basílica del Santo Sepulcro, dentro de la ciudad amurallada.
Este año se unieron cristianos orientales y occidentales ya que, de forma excepcional, coinciden la Pascua católica y la ortodoxa.
El administrador del Patriarcado Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa, Teófilos III, participaron en la simbólica ceremonia del “Lavatorio de los pies” como hiciera Jesús con sus discípulos hace más de dos mil años, según narran los Evangelios.
Tras la liturgia, las puertas de la Basílica del Santo Sepulcro quedaron cerradas y solo se abrieron en un par de ocasiones por escasos minutos que los fieles, que se mantenían orando, aprovecharon para salir y continuar el recorrido.
A las 15.30 local (13.30 GMT), comenzó el peregrinaje hacia el Cenáculo, donde la tradición sitúa la Última Cena, y se recuerdan las instituciones del sacerdocio y la eucaristía.
El edificio fuera de los muros de la ciudad, en el Monte Sión, se encuentra sobre el lugar donde los judíos veneran la tumba del bíblico rey David, de cuya extirpe creen que vendrá el mesías.
Los peregrinos cristianos volverán a misa esta noche, a las 21.00 hora local (19.00 GMT), esta vez en la Basílica de la Agonía, en el huerto de Getsemaní, donde Jesús se retiró a orar y meditar antes de ser entregado por Judas.
La Hora Santa es el culmen de este día previo a la Crucifixión de Jesús que se conmemorará mañana con un recorrido por las catorce estaciones del Vía Crucis por la Vía Dolorosa.
Esta noche parte de los fieles pasarán la vigilia en silencio en la Basílica de la Agonía, y otros recorrerán el camino hacia San Pedro en Gallicantu, fuera de las murallas, donde la tradición cristiana sitúa la negación de Pedro que Jesús predijo y cuyo emplazamiento corresponde con el palacio de Caifás donde Cristo fue juzgado.
Las ceremonias de este Jueves Santo tuvieron lugar bajo fuertes medidas de seguridad coincidiendo con la Bendición Sacerdotal en la Ciudad Vieja, una de las actos más multitudinarios de la Pascua judía que también se celebra estos días.