Una delegación del Caucus Hispano del Congreso, encabezada por su presidente, Joaquín Castro, visitó hoy el mayor centro de detención para inmigrantes indocumentados menores de edad del país, situado al sur de Miami, y se comprometió a hacer todo lo posible para que se reúnan cuanto antes con sus familiares.
“Todo esto forma parte de un sistema (de inmigración) roto y moralmente en bancarrota”, afirmó el demócrata Castro, quien estuvo acompañado de las congresistas Debbie Mucarsel-Powell, Sylvia García y Donna Shalala, del mismo partido.
Tras la visita al centro, Castro, cuyo hermano, Julián Castro, ha anunciado que buscará la nominación presidencial demócrata, cargó contra la política migratoria del presidente Donald Trump, y subrayó que la Administración debe honrar su “responsabilidad de reunificar a estos niños migrantes con sus seres queridos”.
También criticó que compañías privadas, como CHS, que opera el centro de Homestead (al sur de Miami), saquen provecho económico de albergar a menores inmigrantes.
Estos niños “no son invasores”, sino niños que “han dejado atrás sus países y entrado en una nación como Estados Unidos” que ha sido por generaciones “refugio seguro y país de oportunidades”, dijo el congresista texano.
Mucarsel-Powell, de origen ecuatoriano, dijo en una rueda de prensa a las puertas del Albergue Temporal, como es oficialmente denominado este centro de detención, que el “Congreso hará todo cuanto sea posible para que estos niños se reúnan con sus familiares”.
La representante demócrata por Florida dijo que lo que ha visto dentro del centro “no son criminales, ni miembros de pandillas, sino niños con esperanza” a los que “este país da la bienvenida”.
Visiblemente emocionada, Mucarsel-Powell, primera congresista de origen sudamericano, quiso enviar un mensaje al presidente Trump: “Lo que no vi (en el centro de detención) fueron criminales (…). Vi solo niños llenos de esperanza”, dijo conteniendo las lágrimas.
Y agregó, ya más calmada: “Disculpen, pero tengo hijos, con edades similares, y es muy duro”, pero aseveró que “estos niños se reunirán con sus familiares”.
Los congresistas expresaron su alarma por la intención del Gobierno de Trump de incrementar la capacidad de acogida del centro de 1.600 a 2.300 ó 2.400 niños, un asunto que tiene “graves implicaciones morales y educativas”, apuntó la congresista Shalala.
“Queremos que los niños salgan tan rápido como sea posible” de este centro de detención, subrayó Shalala, quien rechazó establecer cualquier tipo de diferencia entre los refugiados que acoge este país y estos niños que “escapan del mismo tipo de horror”.
Mucarsel-Powell dijo también sentirse también muy preocupada por el hecho de que el 75 % de los menores allí recluidos sean chicos y el 25 % restante chicas.
“Como madre de un niño y una niña, yo sé que las necesidades de los niños y las niñas son diferentes” y, por ello, queremos “entrar y ver no sólo como los están tratando, sino sobre todo cuál es el plan de reunificación de estos chicos con sus familiares”, aseveró.
Mucarsel-Powell pidió la implementación inmediata de un “plan de reunificación” de los menores recluidos con su familiares.
“El único problema de estos niños es que no tienen papeles para entrar en Estados Unidos”, y por eso “necesitamos un plan de acción”, añadió.
En ese contexto, Castro dejó claro que éste es un “asunto muy importante para el Congreso” y criticó que se quiera ampliar la capacidad del albergue de Homestead para acoger al menos a un millar más de niños inmigrantes.
El legislador de Texas hizo una breve descripción de las instalaciones, de la distribución de los niños, y dijo que “tenemos que hacer un mejor trabajo en términos del trato a los infantes”.
Muy preocupada se mostró también la congresista Sylvia García por “la educación e instrucción” que reciben los niños en este centro de detención.
Por su conocimiento profesional como exfiscal, García expresó dudas sobre la legalidad de tener a estos niños “que no han cometido ningún crimen encerrados aquí”.
“No hay razón para eso”, aseveró la congresista por el estado de Texas.
El hogar temporal de Homestead alberga en estos momentos a por lo menos 1.600 menores indocumentados como parte de la política de “cero tolerancia” con la inmigración ilegal por parte del presidente Donald Trump. Miami, (EFEUSA).-