CHICAGO (AP) — El representante federal Luis Gutierrez fue esposado brevemente el lunes durante una protesta en las oficinas federales de inmigración en Chicago, en donde las demandas de los activistas incluían la revocación de decretos presidenciales en materia migratoria, el fin de las redadas y la reconsideración en un caso de deportación.
Gutierrez y otros activistas, entre los que había miembros del clero, se manifestaron durante casi cinco horas después de una reunión programada con funcionarios del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), afirmando que correrían el riesgo de ser arrestados. Agentes del servicio federal de protección pusieron esposas de plástico a Gutierrez y otras dos personas, después de que ignoraron las advertencias, pero posteriormente los liberaron sin un citatorio. El demócrata puso fin a la protesta justo antes del cierre de actividades.
El congresista de Illinois —quien ha sido arrestado varias veces por desobediencia civil relacionada a temas migratorios— narró los eventos a través de su cuenta de Twitter.
“Tienen miedo de arrestarnos porque saben que nuestra causa es justa”, escribió. “Finalizamos la sentada pero resistiremos”.
La portavoz de ICE Gail Montenegro dijo que las autoridades acordaron una “reunión informativa” pero no pudieron proveer las “acciones y garantías” que solicitó el grupo. Indicó que tres individuos, entre los que se incluye a Gutiérrez, fueron liberados de sus ataduras de plástico “una vez que los agentes del ICE transmitieron que ya no querían que sacaran a los individuos del edificio”.
Entre sus demandas se encontraba el retiro de una orden de deportación en torno a Francisca Lino, una inmigrante mexicana que vive de manera ilegal en Estados Unidos. La madre de seis que vive en el área de Chicago había sido deportada previamente, pero volvió y contrajo matrimonio con un ciudadano estadounidense. Reconoció su deportación durante una entrevista de ciudadanía en 2005 y fue arrestada. Cuenta con una orden pendiente de deportación y cuatro de sus hijos son ciudadanos estadounidenses.
Gutierrez dijo que el caso debería ser de mínima prioridad para las autoridades migratorias y que ilustra los defectos en el sistema.
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Sophia Tareen