La congresista Frederica Wilson dijo este martes en el sur de Florida que aquellos que se han burlado en redes sociales de las muertes de inmigrantes y de miembros del Congreso deben ser llevados a juicio.
Durante una visita que hizo al centro de detención de niños inmigrantes en Homestead, al sur de la ciudad de Miami, Wilson y varios de sus colegas en la Cámara baja hicieron un llamado a “cerrar” estas prisiones privadas y “de inmediato” reunir a los menores con parientes que viven en Estados Unidos.
“Vamos a cerrarlos y trabajar con quien sea para cerrarlos, y (aquellos que se burlan de la situación) deberían ser procesados judicialmente”, manifestó la legisladora.
“Es una cultura inaceptable, despreciable”, dijo por su parte la también congresista demócrata Donna Shalala tras la visita.
El sitio web de investigaciones ProPublica denunció este lunes que supuestos agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) utilizaron un grupo privado en Facebook para bromear sobre la muerte de migrantes y burlarse de congresistas hispanas.
“No se puede intimidar a los miembros del Congreso, asustar a los miembros del Congreso. Es contra la ley, y es una vergüenza en Estados Unidos”, expresó Wilson.
“Necesitamos cerrar esto porque lo que es, es un depósito para niños para lucro”, se lamentó la congresista Brenda Lawrence, quien denunció que no están siendo tratados “con humanidad”.
Subrayó que le había sorprendido que estos menores tienen sólo 15 minutos para almorzar, cuando en la prisión se concede a los reclusos media hora.
Por su parte el congresista John Lewis dijo que estaba “profundamente conmovido” tras la visita. “No es correcto, no es justo, tenemos que hacer algo”, manifestó.
Shalala explicó por su parte que habló con una veintena de estos menores y todos tenían anotados en papeles nombres de familiares con los que se podrían quedar en Estados Unidos.
Wilson por su parte señaló que los menores pueden ser procesados sin necesidad de estar en un centro de detención.
“No los estamos tratando como tratamos a nuestros niños, deben ser llevados inmediatamente a sus familias en Estados Unidos”, dijo.
Otros de los congresista que acudieron fueron Jahana Hayes, Katherinne Clark y Maddeleine Dean.
Hayes, quien dijo que actualmente el centro alberga 2.292 menores que llegaron sin su parientes al país, mostró desconfianza de cómo son tratados los menores al señalar que los que vio era “demasiado perfecto, perfectamente hecho” y que pudieron haber perdido la oportunidad de pedir ayuda al Congreso.