El conductor de Uber Gary Kitchings fue sentenciado hoy en un juzgado de Palm Beach (en el sur de Florida) a 22 años de prisión por violar hace un año a una pasajera que transportaba a su domicilio desde un festival musical.
Kitchings, de 58 años, ya había sido declarado culpable por un jurado en marzo pasado de los cargos por violación y hoy recibió de la magistrada Krista Marx 22 años de cárcel, una pena menor que la pedida por la Fiscalía debido a que no contaba con antecedentes criminales y durante dos décadas fue padre de acogida.
Tanto la Fiscalía como la víctima, una mujer de Nueva York, habían pedido cadena perpetua para el agresor, quien alegó que el hecho se había tratado de un encuentro sexual “espontáneo”, pero consensuado.
La víctima rechazó la versión del conductor a medio tiempo de Uber y señaló que el ataque, ocurrido en mayo de 2017, destrozó su vida y que le ha producido ansiedad, ataques de pánico y pesadillas recurrentes, según recoge el diario Sun Sentinel.
Según se supo en las audiencias previas, la mujer había sido víctima de otro ataque sexual en Nueva York un año antes del incidente con Kitchings, en aquella ocasión causado por un ejecutivo de una compañía tecnológica.