El PSOE insiste en presionar a Mariano Rajoy para que se reúna cuanto antes con sus “afines” por formar gobierno. La realidad, es mi opinión, es que el propio Rajoy es quien tiene más interés que nadie en pactar sin demoras interesadas los acuerdos necesarios para alcanzar ese objetivo, aunque los socialistas pretendan mantener el “mantra” sobre la supuesta parsimonia del presidente en funciones. A la vista de los resultados electorales, lo lógico es que Mariano Rajoy acuda al palacio de La Zarzuela con la certeza de que tendrá los apoyos necesarios para intentar la investidura, a pesar del “no” persistente del PSOE de Sánchez.
En este contexto se enmarca la sensata reflexión del presidente de Extremadura sobre quién va a tener el valor de decir “no” a una formación que aglutine hasta 170 escaños.
Sería muy positivo que el veto actual de Sánchez se disuelva a la hora de la verdad y no se convierta en un factor de inestabilidad para España. Mientras llega ese momento, el evidente clamor por evitar una tercera repetición de las elecciones debiera facilitar la negociación de un acuerdo estable entre el Partido Popular, Ciudadanos y Coalición Canaria para sumar esa mayoría simple de 170 votos. Con ese acuerdo encima de la mesa resultará mucho más difícil que Sánchez persista en una negativa cerril que muchos de los líderes socialistas, hemos oído al Sr. Guerra, reconocen que sería absurda y dañina.
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Suso do Madrid
SP das Viñas
A Coruña
