Esta es la palabra que utilizan los especuladores internacionales para referirse a las materias primas y dar la sensación de que son grandes expertos. Con lo cual hacen mucho más creíbles sus comentarios y especulaciones.
Estos agiotistas siempre están a la caza de acontecimientos para empujar y justificar la baja de los precios de nuestros productos de exportación, que son los primeros que sufren las consecuencias de cualquier cambio en los mercados internacionales. Verbigracia el brexit.
Desde el “descubrimiento de América” se ha venido especulando y abusando con nuestra materia prima. Nos compran cacao y nos venden chocolates. Se llevan el doré y nos envían aretes, pulseras y cadenas. Vienen a buscar café en grano y nos lo convierten en polvo instantáneo, café descafeinado y ahora les agregan otros exóticos sabores.
El caso es sumarles valor para que estas naciones súper desarrolladas, resulten gananciosas en nuestras relaciones comerciales.
Para tener una mejor idea de nuestros planteamientos, veamos estos detalles. Una libra de la calumniada batata cuesta alrededor de US$1.50, si es orgánica, en cualquier súper mercado de la ciudad de New York. Esa misma batata, procesada y convertida en alimento para bebes, las llamadas compotas, se convierten en “sweet potatoes” y el precio se eleva a US$5.00 las 16 onzas.
En la actualidad, los precios del de cacao están por arriba de los tres mil dólares la tonelada, esto, según nos dijo un experto, es tomando en cuenta la humedad, la fermentación, la calidad del grano y lo más importante, que esté certificado como cacao orgánico. No está demás decir que quien lo certifica es una entidad del país comprador.
Sin embargo, una caja de bombones suizos cuesta más que un camión de cacao.
Para tener una buena idea de la diferencia entre commodities y productos industrializados veamos estos precios; Una cajita de bombones de 7.2 onzas de una de las marcas más populares en el mundo, cuesta unos 32 dólares, eso nos da más o menos 70 dólares la libra.
Si multiplicamos $70.00 por una tonelada (2204.62 libras), tendríamos US$154,323 estaríamos hablando que una tonelada de bombones suizos costaría esa friolera.
Como dato adicional, estamos hablando de chocolates caros pero, si cabe el término, corrientes. Si nos referimos a verdaderas exquisiteces hay uno en especial, el Frrrozen Haute Chocolate, que una taza cuesta 25,000 dólares. Sí, leyeron bien, una taza.
Como podemos ver, es una lástima que en todos nuestros países latino americanos las principales exportaciones consistan en materias primas. En algunos, como Bolivia y según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, componen el 97% del total exportado, 96% en Venezuela y 94% en el Ecuador.
Es una necesidad perentoria comenzar a cambiar nuestras exportaciones. Minimizar los envíos de cubanelas frescos y convertirlos en pasta de tomate. Menos ajo, cebollas y pimientos y sí mucho más sazones en frascos y en polvos.
No hay nada malo en que nuestras exportaciones sean, como las llaman algunos, de postres. Siempre que el postre no consista en azúcar, café y cacao. Mejor pilones y cacaitos.
Agreguémosle valor a esos productos. Tratemos de salir de nuestro secular sub desarrollo.
Carlos McCoy
carlosmccoyguzman@gmail.com