Las encuestas en Estados Unidos pueden darle la ventaja a Hillary Clinton sobre Donald Trump y el mapa electoral también puede favorecerle. Adicionalmente, muchos demócratas dicen respaldarla, pero muchos dicen que están más motivados por el deseo de mantener a Trump fuera de la Casa Blanca, que por la visión de ella por el futuro del país, o por su intento de convertirse en la primera mujer presidenta.
El resumen, el problema de Clinton parece haber quedado impresa en una camiseta de campaña: “Estoy votando por el menor de dos males”.
El mensaje no es tan entusiasta, pero esa es la razón por la que Maria Mengel, una mujer de 67 años de edad y residente de King of Prussia, un suburbio de Filadelfia, está apoyando a la demócrata Clinton en lugar del republicano Trump.
“Es contra Trump”, dijo, al explicar su voto. “No puedo ver una presidencia con él. Él realmente me asusta”, agregó.
Los votantes demócratas e independientes de los suburbios de Filadelfia —un área crucial en un estado competitivo— expresaron sentimientos encontrados acerca de Clinton en los días previos a la Convención Nacional Demócrata de la próxima semana en su ciudad natal.
Linda Groverman, 62 años y residente de Blue Bell, dijo que votaría por Clinton, pero rápidamente agregó que la ex secretaria de Estado estaba lejos de ser su primera elección. “Ella tiene mucha experiencia y no puedo soportar a Trump,” dijo. “Él es un bravucón”.
Al igual que Trump, Clinton tiene seguidores fieles. Al igual que Trump, ella también despierta reacciones negativas profundas, incluso entre algunos partidarios.
La mitad de los propios partidarios de Clinton dicen que la consideran muy poco o nada honesta, y más de un tercio dicen que es solo un poco o nada agradable, de acuerdo con una encuesta de Associated Press-GfK realizada este mes.
“No me emociona”, explicó Matthew Mousley, de 36 años y residente de Springfield, quien sin embargo agregó que tiene previsto apoyar a Clinton. “Simplemente siento que deberían haber mejores opciones”, añadió.
Eso preocupa a los principales colaboradores de Clinton, que ven como un desafío principal de la campaña el maximizar la participación demócrata al momento de votar. Temen que muchos partidarios prefieran quedarse en casa durante los comicios de noviembre, sin verse motivados por la candidatura de Clinton o dando por descontado que Trump no podrá ganar.
La campaña de Clinton tiene como objetivo utilizar la convención para tratar de corregir ambos problemas. Su equipo ha preparado una programación que cuenta con cuatro días de ponentes que fustigarán el proyecto de Trump para el país, al que han calificado de “peligrosa y divisivo”.
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Por CATHERINE LUCEY y LISA LERER