El legendario mariscal Tom Brady admitió que dentro del equipo y en su propia persona había “frustración” por la manera como perdieron el partido de la 52 edición del Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) ante los Eagles de Filadelia (41-33).
Pero reconoció que tampoco era el momento de sacar más conclusiones que pasar página, felicitar a los nuevos campeones y seguir adelante.
“A penas han pasado minutos desde que perdimos el partido y por lo tanto no se puede hablar de lo que será mi futuro, aunque como es lógico tendré que analizar toda la situación”, declaró Brady. “Pero al final del camino no veo porque no podría volver a jugar lo que será mi decimonovena temporada como profesional”.
Durante el partido ante los Eagles, Brady hizo su trabajo al completar 28 de 48 pases para 505 yardas, incluidos tres de anotación, sin interceptaciones, y dejó en 115,4 el índice de pasador.
Las 505 yardas aéreas de Brady, de 40 años, en activo desde la temporada del 2000, fueron la mayor cantidad lanzadas en la historia en un partido de playoffs, pero se quedó a las puertas de conseguir lo que hubiese sido su sexto trofeo Vince Lombardi.
“Creo que en la segunda parte hicimos mejor las cosas y cuando nos colocamos por delante en el marcador (33-32) fue el momento que no supimos aprovechar al hacer mejor defensa que nos hubiese permitido jugar con más tranquilidad en la ofensiva”, valoró Brady. “Pero todo el equipo luchó e intentamos a un rival que la final fue mejor que nosotros”.
La derrota de Brady, que la noche anterior había sido elegido ganador de su tercer premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, mantuvo la maldición de no poder ganar un Super Bowl a pesar de haber quedado como líder pasador en la temporada regular.
Desde el primer Super Bowl, ningún mariscal de campo líder pasador de la liga en temporada regular ha logrado consagrarse campeón.
Brady, que era el gran favorito a conseguirlo, ha perdido el Super Bowl dos veces después de liderar la liga en yardas aéreas durante la temporada regular.
Sufrió la primera derrota en el Super Bowl XLII, tras la temporada del 2007 cuando también recibió su primer premio de MVP, después que los Patriots perdieron 17-14 ante los Giants de Nueva York.
“No me preocupaba ni las marcas ni el ser el primero, lo único en lo que estaba concentrado era en ayudar a mi equipo a conseguir la victoria que al final no se nos dio por detalles y jugadas puntuales no supimos ejecutar”, destacó Brady.
Antes de las frustraciones de Brady, considerado como el mejor mariscal de campo de todos los tiempos, el primero en sufrirlas fue otro legendario, como Dan Marino, quien lanzó para 5.084 yardas en la temporada de 1984, pero su equipo los Dolphins de Miami perdió por 38-16 ante los 49ers de San Francisco en el Super Bowl XIX, con Joe Montana de líder.
Después de casi dos décadas, el turno de la frustración le llegó a Kurt Warner que buscaba la hazaña en el Super Bowl XXXVI luego de lanzar para 4.830 yardas en la temporada del 2001, pero su equipo de los Rams de San Luis fueron sorprendidos y perdieron 17-10 ante los propios Patrios con Brady al frente.
Al siguiente año, Rich Gannon acabó la temporada regular con 4.689 yardas con los Raiders de Oakland, que también cayeron derrotados por paliza de 48-21 ante los Buccaneers de Tampa Bay en el Super Bowl XXXVII.
Luego llegaría la primera oportunidad de Brady del 2007 que sintió en carnes propias la frustración de no haberse proclamado campeón del Super Bowl XLII.
Otro legendario como Peyton Manning, que ganó dos veces el Super Bowl, lo intentó en el 2013, pero sus 5.477 yardas en la temporada regular no evitaron la humillación de su equipo de los Broncos de Denver por paliza de 43-8 ante los Seahawks de Seattle en el Super Bowl XLVIII.
Ahora Brady también se unió a Manning como el segundo ganador del premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la NFL que pierde dos veces el Super Bowl luego de ser galardonado.
Manning cayó en las ediciones XLIV y XLVIII mientras Brady pasó por lo mismo en los Super Bowls XLII y LII.
Al margen de la frustración y de no agrandar aun más su leyenda, Brady reiteró antes de dejar la sala de prensa del U.S. Bank Stadium, que la derrota sufrida por muy “frustrante” y “dolorosa” que sea no le iba apartar tan fácilmente de su verdadera pasión por el deporte del fútbol Americano, que además ha convertido en auténtica religión la búsqueda permanente del triunfo. efe