El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enviado este viernes al Congreso un proyecto de ley valorado en 2.000 millones de dólares (1.600 millones de euros) con el que abordar la crisis migratoria en la frontera sur con México, ha informado la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca.
La propuesta, que forma parte del presupuesto fiscal para el año 2022, contiene una partida de 861 millones de dólares (723 millones de euros) para “abordar las causas fundamentales de la migración desde Centroamérica” e intentar con ello “reducir las peticiones de asilo”.
Esta cantidad supone el “primer paso” hacia el cumplimiento de su promesa electoral de invertir 4.000 millones de dólares (3.300 millones de euros) a lo largo de los próximos cuatro años “como parte de una estrategia integral”, con la que Washington pretende que los gobiernos de Centroamérica “proporcionen más servicios y más seguridad” a su población.
Estados Unidos aspira a lograr atajar el problema de la crisis migratoria, que solo en el último ha provocado que se registraran las cifras más altas de detenciones en la frontera de las últimas dos décadas, más de 172.300, y en camino de superar las 977.000 que se produjeron durante el último año de Donald Trump en la Casa Banca.
El texto incluye también un aumento del 21 por ciento en el presupuesto para la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, invirtiendo 891 millones de dólares (casi 750 millones de euros) en la contratación de nuevos jueces y equipos de apoyo para evitar los retrasos judiciales y en la administración.
Por último, el presidente Biden espera también con el visto bueno del Congreso dar luz verde a 345 millones de dólares (unos 290 millones de euros) para los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, encargados de las peticiones de asilo y las nacionalizaciones que han estado pendientes durante años.
La llegada de migrantes a la frontera sur se ha disparado en el mes de marzo, según el último informe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Las más de 172.300 personas suponen un aumento del 71 por ciento con respecto al mes anterior y uno de los niveles más altos desde hace dos décadas.
Entre los migrantes destaca el alto número de menores no acompañados, concretamente 18.890, que es el doble que el mes de febrero de 2021 y bate el récord mensual tras los 11.861 contabilizados en el mes de mayo de 2019.