La Casa Blanca no ha escatimado en el simbolismo: en Filadelfia, cuna de Estados Unidos, el presidente Joe Biden pronunciará este jueves un inusual discurso en horario de máxima audiencia para arremeter contra los partidarios de Donald Trump que, según él, degradan el “alma” del país.
El mensaje del presidente, fijado para las 20H00 locales (00H00 GMT), tendrá lugar cerca del edificio donde hace más de dos siglos se adoptaron la Declaración de Independencia y la Constitución de Estados Unidos.
Pensilvania, el estado del este del país donde se encuentra Filadelfia y que Biden visitará nada menos que tres veces en una semana, puede tener la llave de las elecciones legislativas de noviembre.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Saint-Pierre, dijo el miércoles que el mandatario demócrata, de 79 años, no andará con rodeos a la hora de atacar a sus opositores republicanos.
“El presidente cree que existe una amenaza extremista para nuestra democracia”, afirmó.
Y esta “amenaza” tiene un nombre: republicanos “MAGA” o “ultra-MAGA”, que son quienes suscriben la ideología “Make America Great Again” (Volver a hacer grande a Estados Unidos) del expresidente Donald Trump.
Biden “nunca retrocede cuando se trata de hablar de su antecesor, pero este no es un discurso sobre el expresidente”, aseguró Saint-Pierre durante su conferencia de prensa diaria. También tratará de ser “optimista”, agregó: “Cuando hablamos de extremismo, solo concierne a una parte muy pequeña de la población estadounidense”.
En 2017, Biden escribió en la revista The Atlantic: “Estamos viviendo una batalla por el alma de esta nación”. Una manifestación de supremacistas blancos realizada en la localidad de Chralottesville, en el sureño estado de Virginia, acababa de saldarse con una muerte y decenas de heridos.
Tras su elección en 2020, el veterano político se planteó inicialmente librar esta batalla a través del diálogo con legisladores republicanos moderados y mediante reformas en favor de la clase media.
Pero luego la retórica de la reconciliación se silenció.
Cada encuesta favorable, cada elección local ganada, incitan a Biden a mostrarse más agresivo con sus oponentes. La semana pasada, el presidente acusó a los partidarios de Trump de estar consumidos por el “semifascismo”.
En la noche del miércoles, Biden se apresuró a felicitar a Mary Peltola, que acababa de ser elegida a la Cámara de Representantes de Alaska frente a Sarah Palin, una figura histórica de la derecha radical, considerada por muchos como una trumpista antes de Trump.
- Sondeos -Según una encuesta publicada el jueves por el Wall Street Journal, si las elecciones legislativas de medio término se celebraran hoy, el 47% de los votantes se inclinaría por los demócratas y el 44% por los republicanos. En marzo, la derecha tenía todavía una ventaja de 5 puntos porcentuales.
Los demócratas sueñan con una hazaña en esa elección, que renueva la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado y es tradicionalmente desfavorable al partido representado en la Casa Blanca.
Las encuestas de opinión no son infalibles y, en la vida política estadounidense, dos meses son una eternidad.
Pero es innegable que el debate político ha cambiado desde el comienzo del verano boreal.
La inflación disminuyó, al tiempo que Biden impulsó una serie de reformas y anunció la muerte del líder de Al Qaida en un ataque estadounidense.
Suficiente para hacer frente a dos grandes ejes de campaña de los republicanos: la caída del poder adquisitivo y la debilidad del presidente de mayor edad de la historia del país.
Varias encuestas muestran buenos desempeños de los demócratas en temas como la defensa del derecho al aborto y los avances sociales, en los que los republicanos son ahora percibidos mayormente como reaccionarios.
También destacan en la preocupación por la democracia y el rechazo a la violencia política, aspectos en los que invariablemente aparece la figura de Trump.
En momentos en que el caso de los documentos confidenciales hallados en la residencia del expresidente republicano en Florida tiene giros nuevos cada día, el sitio Axios señaló el jueves que la elección de noviembre bien podría volverse un “referendo sobre Trump”.
Al Partido Demócrata le será de todas maneras difícil mantener el control en la Cámara baja pero sí espera preservar su mayoría en el Senado.
Pensilvania será crucial para que eso suceda.
Biden ya viajó a ese estado el martes y regresará allí el próximo lunes para celebrar el Día del Trabajo con el aspirante demócrata al Senado John Fetterman.
Trump también irá a Pensilvania el sábado para apoyar a su candidato en esta carrera, Mehmet Oz.