El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado este domingo que “en algún momento” irá a la frontera sur con México para conocer de primera mano las condiciones de entrada de los migrantes que buscan conseguir el estatus de refugiado, una cifra que cada vez es mayor.
Según Biden, que ha contestado a las preguntas en la Casa Blanca, sabe “lo que ocurre en esas instalaciones, que a su vez ha agregado que se puede hacer “mucho más” para evitar que los migrantes crucen.
En este sentido, ha precisado que su estrategia es “restablecer lo que existía antes, que era que podían quedarse en su lugar de origen y presentar su caso (para obtener el estatus de refugiado) desde su país”.
En esta misma jornada de domingo, el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, ha optado por no ofrecer ningún cronograma concreto sobre los planes de la Administración Biden para abrir nuevas instalaciones que permitan mejorar la gestión del aumento de los niños no acompañados en la frontera sur, insistiendo en que será “lo antes posible” en una entrevista con CNN.
Mayorkas ha explicado en otra entrevista de la NBC que “la frontera está cerrada” y que las autoridades están expulsando a familias y adultos solos, pero que no a los niños que cruzan solos la frontera, ya que “no vamos a expulsar al desierto mexicano, por ejemplo, a tres niños huérfanos que he visto en las últimas dos semanas”.
Las críticas por parte de los republicanos se han sucedido tras lo que consideran un aumento de la inmigración desde que Biden asumió la Presidencia y empezó a revertir las polémicas restricciones impuestas por su predecesor, Donald Trump, en este sentido.
Hasta el sábado, había más de 5.000 niños no acompañados bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), según documentos obtenidos por CNN, frente a los 4,500 niños días antes.