La leche materna otorga todos los nutrimentos que requieren los recién nacidos, sin embargo, en ocasiones la madre no produce suficiente leche o padece alguna enfermedad que le impide alimentar a su bebé, por ello se crearon los bancos de leche.
“A ningún niño que nace con un peso menor a 1.500 gramos se le alimenta con fórmula, definitivamente se le tiene que suministrar leche materna”, dice a Efe Silvia Romero Maldonado, coordinadora del Banco de Leche Humana del Instituto Nacional de Perinatología (Inper).
La especialista explica que este alimento “evita la intolerancia a la lactosa, procesos infecciosos como la enterocolitis, la sepsis y la intolerancia gástrica como la distensión abdominal que puede derivar en enterocolitis necrosante”.
Detalla también que, entre sus beneficios, están que disminuye el asma bronquial, la dermatitis atópica o situaciones alergénicas.
“Ya logramos demostrar que la ingesta de leche materna ayuda a evitar las infecciones nosocomiales, así como la enterocolitis y la displasia broncopulmonar que lleva a los niños al uso de oxígeno”, apunta Romero Maldonado.
En México existen 39 Bancos de Leche Humana, de los que ya operan de manera formal 34.
El más grande es el que está ubicado en el Inper, el cual recolecta cerca de 150 litros de leche materna al mes, de acuerdo con información proporcionada por Romero Maldonado.
El Inper, abunda, ha logrado alimentar hasta a 650 bebés al año con la leche recolectada.
Los Bancos de Leche Humana operan igual que los de sangre, a través de donaciones.
Las mujeres que están lactando y tienen excedente de leche, pueden ser donantes siempre que estén clínicamente sanas, no consuman medicamentos, no sean portadoras de virus de inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis B o C y no consuman drogas, alcohol o tabaco.
“Nosotros les damos la información de cómo realizar la extracción y cómo congelar la leche si no la quieren traer al Instituto”, señala la especialista.
Romero Maldonado explica que el 90 % de las veces el Inper va a la casa de las donadoras y transporta el producto en una hielera con congelantes.
“Cuando llega se cuantifica, se limpia con un gel de alcohol y se pasteuriza de dos a tres veces a la semana”, señala.
Esto, dice, se debe a que la leche no es completamente estéril pues lleva algunas bacterias de la flora de la madre.
“Por eso se pasteuriza, aunque pierde un gran número de defensas, pueden quedar hasta el 70 % de inmunoglobulinas, que le van a dar defensas al bebé”, añade.
De acuerdo con las estadísticas de la Red Iberoamericana de Bancos de Leche Humana, Suramérica es la región que posee el mayor número de Bancos de Leche y, por consecuencia, con el índice más alto de donantes, litros recolectados y pacientes beneficiados.
En los datos más recientes del organismo publicados en 2016, se dijo que América del Sur logró obtener poco más de 1,4 millones de litros que se proporcionaron a poco más de 1,6 millones de recién nacidos.
En Latinoamérica, Argentina es el país con más bancos de leche, pues cuenta con 259, seguido de Brasil, con 220, y el tercer lugar lo ocupa México, con los 39 mencionados.
La semana de lactancia materna se conmemora del 1 al 7 de agosto con el fin de hacer conciencia y promover esta práctica en la población a nivel mundial.