Las economías de América Latina y el Caribe saldrán de la recesión en 2017 y crecerán a un ritmo de 1,2%, pronosticó el martes el Banco Mundial.
El organismo multilateral estimó que este año se estabilizarán los precios de los productos básicos y que en el mediano plazo se recuperarán gradualmente, beneficiando así a los países exportadores de la región.
El Banco Mundial registró una contracción regional de 1,4% en 2016, el segundo año consecutivo de recesión y la primera contracción plurianual en más de 30 años.
La entidad estimó un crecimiento anual en México y América Central en 2.1%, aunque advirtió que México crecerá a apenas 1,8% debido a que captará menor inversión durante 2017 a raíz de la incertidumbre en torno a las medidas que pueda adoptar Donald Trump cuando asuma la presidencia.
En América del Sur, el BM pronosticó que este año Brasil crecerá a 0,5%, Argentina a 2,7% y Colombia a 2.5%.
Venezuela seguirá sufriendo graves desequilibrios y una contracción de 4,3%, mientras que Ecuador tendrá crecimiento negativo de 2,9% debido principalmente a sus escasos ingresos fiscales derivados de los bajos precios del petróleo.
Entretanto, el BM calculó en 3,1% el crecimiento en el Caribe, pero proyectó que República Dominicana —la economía de mayor tamaño en la subregión— crecerá solamente a 4,5% a medida que disminuya el gasto público tras la culminación de proyectos de construcción de gran escala.
El país de la región con mayor crecimiento será Panamá, que mantendrá en 2017 la misma tasa de crecimiento del año previo: 5,4%.
El ente financiero pronosticó un crecimiento económico mundial de 2,7%. Las economías avanzadas podrían repuntar hasta 1,8% mientras que las emergentes podrían incrementar su actividad económica en 4,2%, con un aumento moderado de los productos básicos.
Las economías emergentes representan un tercio de la economía global y tres cuartos de la población mundial y de la pobreza planetaria.
“Tras años de niveles desalentadores de crecimiento mundial, observamos esperanzados mejores perspectivas económicas para el futuro”, manifestó Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial. “Es el momento de aprovechar ese impulso e incrementar las inversiones en infraestructura y en las personas. Se trata de un paso esencial para acelerar el crecimiento económico sostenido e inclusivo necesario para poner fin a la pobreza extrema”.
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Luis Alonso Lugo