El demócrata David Richardson, quien busca ocupar la silla que dejará Ileana Ros-Lehtinen en el Congreso de EE.UU., inició hoy una visita a Cuba para “conectar mejor” con los cubanos del sur de Florida, según anunció su campaña en Miami.
Richardson, actual representante a la Cámara baja en el Congreso de Florida por el vecindario de La Pequeña Habana en Miami, de gran población cubana, se reunirá con empresarios de la isla, organizaciones culturales y miembros de la comunidad LGBTQ.
El congresista estatal, que habla español, busca representar al Distrito 27 de Florida en el Congreso federal, actualmente en manos de la cubano-estadounidense Ros-Lehtinen, la que fuera en 1989 la primera cubano-estadounidense y la primera latina elegida en el Congreso y quien anunció el año pasado su retiro.
El demócrata, partidario del proceso de normalización con Cuba emprendido por expresidente Barack Obama (2009-2017), señaló que espera conocer de “primera mano” los avances de dicha política.
“Medio siglo de aislamiento no logró el progreso para el cubano de a pie, por eso yo apoyo totalmente una posición de compromiso con la sociedad civil cubana”, manifestó.
Según Richardson, va a Cuba pese a los “intentos del presidente Donald Trump de revertir los avances de su predecesor en política exterior”.
Richardson, el primer político abiertamente gay electo en el estado, se reunirá, entre otros, con el director de cine Rafael Ramos, gerente de Café Madrigal, establecimiento muy popular entre la comunidad LGBTQ de la isla.
Ambos discutirán la situación actual de los miembros de dicha comunidad dentro de la sociedad cubana, señaló su campaña.
De igual forma, visitará el Paladar Atelier y hablará con su propietario sobre “los desafíos y las nuevas oportunidades que los pequeños empresarios están experimentando en Cuba”.
Florida renovará el próximo 6 de noviembre sus 27 escaños de la Cámara de Representantes federal, pero primero los partidos deben escoger a los candidatos oficiales en las primarias de agosto próximo.