Cuatro agentes comparten sus testimonios de la violencia sufrida el 6 de enero
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha comenzado este martes a investigar el asalto al Capitolio, que tuvo lugar el 6 de enero cuando una turba de seguidores del ahora expresidente Donald Trump irrumpió en la sede legislativa.
La comisión especial establecida por la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, se reúne para investigar las circunstancias en que se produjo la “insurrección” en Washington cuando cientos de personas interrumpieron la certificación de la victoria de Joe Biden en las presidenciales.
Así, cuatro agentes de Policía que defendieron el Capitolio aquel 6 de enero han ofrecido este martes, en una audiencia de cerca de tres horas, sus testimonios desgarradores, relatando las situaciones de caos y escenas de violencia vividas aquel día.
“El 6 de enero, por primera vez, tuve más miedo de trabajar en el Capitolio que durante todo mi despliegue del Ejército en Irak. En Irak, esperábamos violencia armada, porque estábamos en una zona de guerra. Pero nada en mi experiencia en el Ejército, o como agente de la ley, me preparó para lo que enfrentamos aquel día”, ha relatado el miembro de la Policía del Capitolio y veterano del Ejército Aquilino Gonell, según informa el medio estadounidense ‘The Hill’.
Gonell, quien sufrió lesiones durante el asalto, ha detallado también cómo él y otros agentes fueron pateados, rociados con productos químicos, electrocutados y golpeados con astas de bandera por parte de los asaltantes.
Por otro lado, el agente de la Policía Metropolitana Michael Fanone ha condenado la “indiferencia” que se ha mostrado con los agentes que se encontraban en el Capitolio aquel día, especialmente por parte de los republicanos.
“Mi carrera en la aplicación de la ley me preparó para enfrentar algunos de los aspectos de esta experiencia (…), pero nada me ha preparado para dirigirme a los miembros electos de nuestro Gobierno que continúan negando los eventos de ese día y, al hacerlo, traicionan su juramento”, ha criticado.
También ha compartido su testimonio Harry Dunn, agente de la Policía del Capitolio, quien ha denunciado insultos raciales por parte de los alborotadores y ha indicado que se notaba que estos “tenían órdenes” para llevar a cabo aquel asalto.
“Una de las cosas más aterradoras del 6 de enero es que las personas que estuvieron allí hasta el día de hoy piensan que tenían razón. Y eso es una receta aterradora para el futuro de este país”, ha agregado.
El agente de la Policía Metropolitana Daniel Hodges han sido el cuarto miembro de seguridad en hablar frente a la comisión, a la que ha instado a averiguar si alguien “con poder” impulsó el asalto al Capitolio.
“Necesito que se dirijan a si alguien en el poder coordinó, ayudó, instigó o intentó restar importancia a los hechos, intentó evitar la investigación de este ataque terrorista”, ha exigido.
Durante sus testimonios, los agentes han intentado contener las lágrimas y han mostrado cómo les ha afectado a nivel físico y emocional el ataque del 6 de enero. Asimismo, algunos legisladores se han mostrado emocionados por el relato de los policías, que ha estado acompañado de imágenes de los hechos.
COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN
La comisión examina qué ocurrió el 6 de enero en el Capitolio, si bien incluye únicamente a dos republicanos dada la negativa por parte del partido de participar en la investigación.
La investigación sobre lo sucedido se ha convertido en una lucha entre las dos formaciones. En mayo, la Cámara sometió a votación la realización de una investigación independiente, algo que fue bloqueado por el Senado.
Esto llevó a Pelosi a crear una comisión selectiva para sacar adelante la pesquisa. Así, Kevin McCarthy, el líder de la minoría republicana, eligió a cinco miembros del partido para formar parte de la misma, si bien Pelosi rechazó a varios de los seleccionados.
Posteriormente, la propia Pelosi nombró a Liz Cheney, diputada por Wyoming, mientras que McCarthy eligió a Adam Kinzinger. Ambos han sido críticos con Trump a pesar de ser republicanos.
“Durante meses se han expandido las mentiras y las conspiraciones, y se ha puesto en peligro nuestra propia gobernanza”, ha lamentado Kinzinger, según informaciones de la cadena CNN.
En este sentido, ha resaltado que el pueblo estadounidense merece transparencia y “verdad” sobre “cómo y por qué miles de personas atacaron la democracia” aquel día. “Trabajaré de forma diligente para garantizar que se sepa la verdad y que los responsables son llevados ante la justicia”, ha aseverado.
Desde que tuvo lugar el asalto han sido detenidas unas 570 personas, si bien siete perdieron la vida en relación con el evento. La semana pasada, un hombre fue condenado a prisión por su implicación en el ataque.