BUENOS AIRES (AP) — Argentina expresó el miércoles su “preocupación” ante Brasil tras detectar que se realizaron al menos 18 vuelos militares de la Real Fuerza Aérea británica entre aeropuertos de ese país y las islas Malvinas durante los últimos dos años, lo cual se contradice con el apoyo histórico que el país ha dado al reclamo argentino por la soberanía del archipiélago.
La cancillería argentina dijo en un comunicado que la Dirección Nacional de Control de Tránsito Aéreo reportó durante 2016 “al menos seis vuelos militares operados por la Real Fuerza Aérea entre aeropuertos brasileños y Monte Agradable” (Mount Pleasant, en inglés) donde se ubica una base militar británica en Malvinas. Agregó que durante 2015 hubo 12 vuelos similares desde Brasil.
El gobierno también manifestó formalmente “preocupación por dicha situación” a la cancillería de Brasil y le recordó “el compromiso brasileño de no receptar en sus aeropuertos y puertos aeronaves o buques británicos de guerra apostados en los archipiélagos bajo disputa en concordancia con la posición adoptada por MERCOSUR y UNASUR”, según la nota.
Según la versión de Argentina, la respuesta de la cancillería brasileña fue que “no tenía conocimiento de estos vuelos, comprometiéndose a desarrollar las consultas pertinentes al Ministerio de Defensa local”. Agregó que se hicieron consultas similares a la embajada de Brasil en Buenos Aires y que “la respuesta fue similar a la de las autoridades en Brasilia, señalando que debería tratarse de cuestiones humanitarias o de emergencias provocadas por desperfectos técnicos”.
Ante la consulta de The Associated Press, la cancillería de Brasil dijo que no tenía comentarios en lo inmediato pero adelantó que se emitirá un comunicado a la brevedad sobre la cuestión.
La declaración oficial del gobierno argentino se produce un día después de que una cadena de noticias local difundiera un supuesto cable secreto de la cancillería reportando vuelos militares británicos entre Malvinas y los aeropuertos de Río de Janeiro, Sao Paulo y Porto Alegre.
En 1982, Argentina y Gran Bretaña libraron una guerra por la soberanía de las islas con un saldo de 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos. Si bien ambos países retomaron las relaciones diplomáticas en la década de 1990, la negativa inglesa a discutir la soberanía de Malvinas ha sido motivo de planteos permanentes de los gobiernos argentinos ante organismos internacionales.
Poco antes de la difusión del comunicado de la cancillería, el presidente Mauricio Macri declaró en el mensaje de apertura del periodo ordinario de sesiones del Congreso que el diálogo “es el camino para avanzar en nuestros intereses, incluyendo nuestro legítimo reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. El diálogo fortalece nuestra posición y nos permite acercarnos para encontrar una solución definitiva a este prolongado diferendo”.