El sistema educativo de Puerto Rico se encuentra en un estado crítico, aquejado por un modelo anticuado, ineficaz y perjudicial para el desarrollo integral de nuestros estudiantes. Es hora de reconocer que la educación que se imparte hoy en día no responde a las necesidades reales del siglo XXI, ni a las diversas formas de aprender y de ser de cada niño. El usar el dinero que viene para que el estudiante aprenda en puestos admnistrativos por cientos de miles de dolares es un robo sin piedad a un niñoque desea aprender. Ese dinero en vez de usarlo para contratar maestros adicionales en las escuelas elementales que muestran señales de analfabetismo entre sus alumnus por violar la ley con una carta circular que permite pasar de grado sin saber leer. Recordemos a todos que la Cosntitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico va por encima de cualquier carta circular ordenando a los maestros y directores a no dar una educacion de calidad al niño de Puerto Rico es un violación de ley donde todos son culpables y responsables en su character personal cuando vengan las demandas.
Un sistema educativo rígido y obsoleto:
El enfoque actual, basado en un currículo único y centralizado, adoctrina a los estudiantes en lugar de fomentar el pensamiento crítico y la creatividad. Se les obliga a permanecer sentados durante largas horas, a callarse la boca, absorbiendo información que, en muchos casos, no les resulta relevante ni interesante.
Un modelo que castiga y no motiva:
En lugar de inspirar y motivar a los estudiantes, el sistema educativo actual se basa en el castigo y la presión constante. Las pruebas estandarizadas que le restan semanas de aprendizaje a ;os estudiantes, las tutorías obligatorias y las retenciones son solo algunos ejemplos de este enfoque punitivo que no contribuye al aprendizaje significativo y que hacen que los niño odien el sistema educativo que les abuure.
Un gasto billonario innecesario y una administración gigante e ineficiente:
Los recursos económicos y humanos se destinan de manera desproporcionada a una burocracia centralizada y regional que poco aporta al bienestar de los estudiantes. Se gasta dinero en actividades administrativas que interrumpen el proceso educativo y en pruebas que no miden el verdadero aprendizaje.
Es hora de un cambio radical:
Es imperativo abandonar este modelo educativo fallido y adoptar uno nuevo, centrado en las necesidades individuales de cada estudiante. Un sistema que fomente la autonomía, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Un modelo educativo del siglo XXI:
Imaginemos un sistema donde:
- No haya un currículo único: Cada estudiante progresa a su propio ritmo y de acuerdo a sus intereses.
- El aprendizaje sea experiencial y significativo: Se aprende haciendo, explorando y resolviendo problemas reales.
- Se valore la creatividad y el pensamiento crítico: Se fomentan las habilidades para innovar y adaptarse a un mundo en constante cambio.
- La tecnología se use como herramienta para el aprendizaje: Se aprovecha el potencial de la tecnología para potenciar la educación.
- Los maestros sean facilitadores del aprendizaje: Guían y apoyan a los estudiantes en su proceso de aprendizaje individual.
- La comunidad educativa esté involucrada: Se trabaja en conjunto con padres, familias y miembros de la comunidad para crear un ambiente de aprendizaje enriquecedor.
Ejemplos inspiradores:
Países como Finlandia, Estonia y Singapur han demostrado que es posible transformar la educación y obtener resultados sobresalientes. En estos países, se han implementado modelos educativos innovadores que priorizan el bienestar de los estudiantes y el aprendizaje significativo.
Un llamado a la acción:
Es hora de que todos los sectores de la sociedad puertorriqueña se unan en un llamado a la acción para exigir un cambio radical en el sistema educativo. Recordemos que la escuela no es un centro de cuido. Recordemos que el departamento de educación de Puerto Rico no es un centro de empleo para politicos reciclados. Hay que preparar los ciudadanos del futuro para que sean competentes, educados academicamente independientes. El modelo educativo actual los embrutece, los aburre y los convierte en analfabetas. Hace falta un cambio que ponga en el centro a los estudiantes y que les prepare para enfrentar los retos del siglo XXI.
Juntos podemos construir un futuro mejor para la educación en Puerto Rico.
¡Salvemos a nuestros niños! ¡Cerraremos el sistema central y regional educativo que solo sigue gastando dinero en puestos politicos y contratos externos sin control!
Unámonos por una educación de calidad para todos.