Más de una veintena de miembros de las fuerzas afganas muertos en varios ataques talibán.

Al menos diez personas han muerto y más de 50 han resultado heridas en un atentado talibán con coche bomba seguido de un tiroteo en las proximidades de la oficina de la Dirección Nacional de Seguridad (DNS, los servicios de Inteligencia) en una ciudad del norte de Afganistán, según el último balance ofrecido por las autoridades.

El atentado ha tenido lugar en la ciudad de Aybak, capital de la provincia de Samangan, y, tras la explosión, ocurrida hacia las 11.00 horas, se ha registrado un tiroteo que se ha prolongado durante tres horas, según los medios locales.

En declaraciones a 1TV, el gobernador provincial, Abdul Latif Ibrahimi, ha informado de al menos diez muertos y 54 heridos. Según el diario ‘Afghanistan Times’, entre los fallecidos hay al menos una mujer y un niño, si bien la cadena de televisión Tolo apunta a que los fallecidos serían todos miembros del NDS. Además, el gobernador provincial ha informado de que los cuatro asaltantes ya han sido abatidos por las fuerzas de seguridad afganas.

El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha reivindicado la autoría del ataque. “El departamento de Inteligencia de Kabul en la capital de Samangan, responsable de los últimos crímenes, ha sido objeto de un ataque de martirio a las 11.00 horas de hoy”, ha escrito en su Twitter. “Están en curso intensos combates y hasta ahora unos 70 trabajadores de la DNS dentro de las dependencias han muerto o resultado heridos”, ha precisado.

Los medios afganos han resaltado que este ataque constituye el primero perpetrado por los talibán en una ciudad desde la firma del acuerdo de paz el pasado 29 de febrero con Estados Unidos. En virtud del mismo, el grupo armado se comprometía a evitar ataque grandes núcleos urbanos.

OTROS ATAQUES

Por otra parte, más de una veintena de miembros de las fuerzas de seguridad afganas han muerto en varios ataques de los talibán en las últimas horas en distintos puntos del país, según han informado los medios locales.

En Kunduz, en el norte, los talibán han atacado una base militar en el distrito de Imán Sahib el domingo por la noche, según el presidente del consejo provincial, Mohamad Yusuf Ayubi, dejando al menos seis soldados y seis policías muertos y otros seis agentes heridos tras varias horas de enfrentamientos.

En declaraciones a Ariana, Ayubi ha precisado que la base cayó en manos de los talibán durante un breve lapso de tiempo, tras lo cual los insurgentes escaparon llevándose consigo material militar ante la llegada de tropas de refuerzo a la zona.

Por otra parte, en el distrito de Arghanchjá, en Badajshán, otros siete soldados han muerto en un ataque registrado también el domingo por la noche y que duró tres horas, según el portavoz del gobernador provincial, Nek Mohamad Nazari, que ha indicado que al menos cinco milicianos también han muerto.

Mientras, en Parwan, en el norte de Afganistán, al menos cuatro miembros de las fuerzas de seguridad han muerto y otros tres han resultado heridos en un ataque talibán contra un puesto de seguridad en el distrito de Shinwari, el domingo por la noche, según ha informado a la agencia de noticias Jaama la portavoz del gobernador provincial, Wahida Shahkar, que ha precisado que al menos tres milicianos han fallecido.

Estos ataques se producen pese a que los insurgentes y el Gobierno afgano están inmersos en los preparativos de cara al inicio de conversaciones de paz. Sin embargo, los talibán han continuado con sus acciones y las fuerzas de seguridad afganas han seguido con sus operaciones antiterroristas.

En este sentido, el portavoz de los talibán había dejado claro el domingo que buscar “un alto el fuego antes de las conversaciones” sería “ilógico”. “La guerra continúa precisamente porque no hemos encontrado aún una alternativa”, subrayó, planteando al Gobierno que si no quiere “la guerra, entonces por qué crea obstáculos para las negociaciones”.

“El proceso de intercambio de prisioneros debe ser completado y las negociaciones entre afganos lanzadas inmediatamente”, subrayó el portavoz insurgente, defendiendo que “este es el camino más correcto y razonable hacia una solución” en Afganistán.