Un tribunal del estado norteamericano de Carolina del Norte ha ordenado la difusión de un vídeo con las imágenes de los últimos momentos de un ciudadano de raza negra que falleció bajo custodia en un correccional del estado, y por cuya muerte han sido imputados cinco trabajadores del centro.
El individuo ha sido identificado como John Elliott Neville, de 56 años de edad, natural de Greensboro. Las imágenes captan un síncope que padeció un día después de su arresto el 1 de diciembre de 2019, reducido por el personal del correccional, cinco oficiales y un asistente sanitario, mientras grita “¡No puedo respirar!” y “¡Mamá!”.
Estos gritos forman parte del imaginario colectivo de los estadounidenses al ser los mismos que proclamó el también ciudadano de raza negra George Floyd, cuya muerte bajo custodia policial en marzo, por la que un agente de Policía fue imputado por asesinato, provocó las mayores protestas de la historia reciente de Estados Unidos.
Neville, detenido por agredir a una mujer, sufrió el episodio tras caerse de su litera. En pleno ataque, los responsables del centro intentaron reducirle y le colocaron un saco blanco sobre su cabeza para protegerse de su saliva, ante la posibilidad de que padeciera coronavirus.
Los responsables del centro le inmovilizaron hasta que consiguieron llevárselo en silla de ruedas para observación. Durante el traslado, Neville declara que está “mal” y no puede desenvolverse por sí mismo.
Los seis implicados han sido imputados por homicidio involuntario y despedidos del trabajo, según ha explicado el fiscal del distrito de Forsyth, Jim O’Neill. El sheriff del condado, Bobby Kimbrough Jr., pidió disculpas a la familia del fallecido tras la divulgación del vídeo.