PALACIO NACIONAL, R. D.-En su tradicional mensaje de Navidad, la primera dama de la República, Cándida Montilla de Medina, deseó a la nación y las familias dominicanas que Dios derrame su luz bienhechora para que podamos continuar avanzando por caminos de prosperidad.
“En esta época, cuando el año está a punto de terminar, la cristiandad del mundo celebra el nacimiento de Jesús con renovado alborozo. La estrella que guío a los pastores hasta el humilde pesebre en Belén sigue iluminando el camino de la esperanza con igual intensidad”, dijo.
Consideró que la llegada de Jesús al mundo representa la mayor demostración de amor del Creador por la humanidad.
Un amor infinito, agregó, que al tiempo que nos ampara y cuida, nos reta a hacer lo mismo con nuestros semejantes, independientemente de las diferencias de cualquier tipo.
“En el ejemplo divino encontramos la fuerza para continuar adelante para hacer nuestras vidas merecedoras de la confianza puesta en nosotros por Dios al enviar a su Hijo amado para redimir al mundo y hacerlo un lugar en que su ejemplo guíe cada una de nuestras acciones cotidianas”, indicó en su mensaje.
Consideró que celebrar la Navidad es disponernos a abrir nuestros corazones para que entre en ellos a paz, el respeto por nuestro prójimo, la sabiduría de reconocer en el amor por los demás y por nosotros mismos, la clave de una vida en armonía y rica en frutos.
“El más ferviente deseo del Despacho de la Primera Dama es que en fiestas nuestra alma y nuestra mente repitan con alegría el canto que con el que los ángeles anunciaron a los humildes en nacimiento de Jesús: Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”, puntualizó.