El triunfo del Brexit, o la salida del Reino Unido de la Unión Europea, es un acontecimiento que tendrá tumultuosas secuelas.
Para tratar de lograr un mejor entendimiento entre nuestros lectores, vamos a comenzar describiendo lo que es el Reino Unido, Gran Bretaña e Inglaterra, que son tres cosas distintas.
Políticamente, El Reino Unido es el conjunto de cuatro países, estos son; Gales, Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte. Gran Bretaña está compuesto por los países que pertenecen al Reino Unido pero que están localizados geográficamente en la isla grande, estos son; Escocia, Inglaterra y Gales. Irlanda del Norte no pertenece a la Gran Bretaña, es parte de la isla de Irlanda.
Por último, Inglaterra es el país más grande de los cuatro que componen el Reino Unido.
A esto hay que añadir posesiones inglesas alrededor del mundo como son Las disputadas Malvinas (Falklands Islands para los ingleses) en el Polo Sur, Gibraltar en el Mediterráneo, al sur de la península ibérica y varias islas localizadas principalmente en el atlántico y el mar caribe.
Partiendo de esas divisiones políticos geográficas, vamos a ver como se dividió el voto en este referendo. Escocia e Irlanda del Norte votaron mayoritariamente para quedarse en la Unión Europea. En el caso de Escocia, las 32 circunscripciones que componen el país, votaron a favor de permanecer en la UE, pero como el voto fue general, los escoceses y los norirlandeses, tendrán que acatar la decisión de la mayoría que fue de 52% en contra y 48% a favor.
Las voces de protestas en estos dos países no se hicieron esperar. Hay que recordar que no hace mucho tiempo, Inglaterra e Irlanda del Norte estaban enfrascada en una cruenta guerra por separación de este último país, del Reino Unido y de Irlanda. Ese conflicto duró casi 30 años, cobrando muchas vidas en ambos lados y provocando un colapso total en la economía de Irlanda del Norte.
Pero ya comenzaron los rumores de convocar a otro referendo, esta vez para desligarse del Reino Unido y reunificar Irlanda. Lo mismo está sucediendo en Escocia. Esto del referendo no es nuevo. La última vez que se llevó a cabo, los independentistas perdieron por muy pocos votos. Las cosas pudieran cambiar en esta ocasión.
El líder del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, declaró; “Escocia ha emitido un fuerte e inequívoco voto para permanecer en la UE, y doy la bienvenida a ese compromiso con nuestro estatus europeo”.
Por su parte, el presidente honorífico del partido republicano norirlandés “Sinn Féin”, señor Declan Kearney, manifestó que la victoria del Brexit en el conjunto del Reino Unido debe impulsar la convocatoria de un referéndum sobre la unidad de Irlanda. “El Gobierno británico ha perdido, cualquier mandato que tuviera para representar los intereses económicos o políticos de los norirlandeses”, Ese voto, dijo, “impulsará ahora nuestra demanda, la demanda que hemos sostenido durante largo tiempo, de una consulta sobre las fronteras”.
La primera víctima directa de este referendo ha sido el Primer Ministro David Cameron, quien ya anunció su renuncia a partir del próximo primero de octubre. Nigel Farage líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (United Kingdom Independence Party o UKIP) quien llevaba la voz cantante contra la permanencia en la Unión Europea, no ha perdido tiempo en sacarle provecho a esto que él llama su triunfo.
El UKIP es un partido político británico de ideología conservadora y euroescéptico que ha venido subiendo y obteniendo escaños de manera sostenida. Muchos catalogan a sus miembros como ultranacionalistas y xenófobos.
Otras de las victimas inmediatas del resultado de este referendo han sido las bolsas de valores que abrieron en picada, al igual que los precios del petróleo y de la mayoría de las materias primas. La libra esterlina, cayó a los límites más bajo desde el 1985.
Es un duro golpe para la Unión Europea, pero es posible que la flema y el orgullo británico no hayan calculado bien y estén cambiando un mercado de 507 millones de personas por uno de poco más de 65 millones. “Hemos perdido el derecho de vivir y trabajar en 27 países” Dijeron algunos jóvenes consultados sobre el resultado del referendo.
Pero, en honor a la verdad, esto se veía venir. El Reino Unido nunca aceptó ser un miembro pleno de la Unión Europea. Nunca admitieron el Euro. Siguieron utilizando la Libra Esterlina como su moneda y tampoco aceptaron la visa Schengen, que permitía a cualquier ciudadano de las naciones de la Unión Europea, viajar entre los países miembros sin necesidad de visa. Al parecer, el problema de los refugiados en Europa aceleró los acontecimientos.
Nuestra humilde opinión es que esto ha sido un mayúsculo error británico. La sonrisa cínica de Putin, aparecida en varios periódicos internacionales, parece darnos la razón.
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Carlos McCoy
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