Casi 50.000 estudiantes terciarios de California carecen de vivienda y muchos más pasan hambre, según un estudio encargado por la red de Universidades de este estado de la costa oeste de Estados Unidos (CSU).
El estudio, que fue objeto de discusiones públicas esta semana, revela que entre un 8,7% y un 12% de los alrededor de 460.000 alumnos de los centros de la red, que cuenta con 23 campus, carecen de hogar, mientras que entre un 21% y un 24% carecen de una fuente constante de alimento, destaca la investigación.
“Cuando uno ve estos números, que uno de cada cinco alumnos tiene problemas de alimentación, se queda sin aliento”, admitió el director de la red universitaria, Timothy White, durante una discusión pública sobre el documento que tuvo lugar el lunes en Long Beach, en la periferia de de Los Ángeles.
Para la realización de la investigación, encargada en febrero del año pasado con el fin de cuantificar una realidad de la que se tenían indicios pero no datos concretos, fueron interrogados docentes, funcionarios y estudiantes.
El informe, que cita testimonios de jóvenes, indica que muchos funcionarios que estaban al tanto de que numerosos estudiantes carecían de vivienda no hicieron nada para resolver la situación.
Una estudiante sin hogar identificada como Nikki dijo haber informado de su caso al personal de su campus reclamando que se le brindara un lugar donde dormir y se le respondió que no sería “justo” que su demanda fuera satisfecha. “Si lo hacemos con usted, entonces tenemos que hacerlo con todos”, fue la respuesta que recibió la joven.
Otra alumna, identificada como Annie, dijo que agradecería una asistencia alimentaria siempre y cuando no fuera “estigmatizada”.
La mayoría de los jóvenes que admitieron carecer de domicilio fijo y alternan entre casas de amigos o de familiares. Otros duermen en automóviles, carpas, estaciones de tren o de autobuses, vagones abandonados, campamentos, refugios o moteles.
El documento destaca que los estudiantes que carecen de seguridad alimentaria o de vivienda “son invisibles” y observa que existen “muy pocas investigaciones acerca de este grupo de la población”.
La CSU, que analiza cómo resolver esta situación, ya puso en marcha “un comedor para estudiantes e instauró bonos de alimentación” y ayudas para alojar a jóvenes en habitaciones de bajo coste.
Timothy White señaló que espera que la divulgación de este informe permita que comience a hablarse de este problema en el conjunto de Estados Unidos, que no está limitado a California.
El rendimiento de este grupo de estudiantes será examinado en una segunda fase de la investigación, dijo a la AFP el martes Elizabeth Chapin, portavoz de la red universitaria.
CSU, que se define como “la más vasta red de universidades del país, la más diversa y una de las más accesibles” por su coste, ofrece carreras por algo más de 5.000 dólares al año, contra 12.000 dólares en la prestigiosa red de universidades públicas University of California, a su vez bastante más barata que los establecimientos privados.