La inflación se desaceleró en mayo en China gracias a la caída de los precios de los alimentos que habían subido con fuerza en invierno, según datos oficiales divulgados este jueves.
El índice de precios al consumo de la segunda economía mundial registró el mes pasado un incremento del 2% respecto al mismo mes de 2015, después de haber subido 2,3% en abril y en marzo.
Los analistas consultados por Bloomberg News preveían un aumento de 2,2% en mayo. La meta del gobierno es contener el aumento de precios en 3% este año. Respecto a abril, el índice inflacionario de mayo retrocedió un 0,5%.
“A inicios de año, una ola de frío se hizo sentir en la mayor parte de China, afectando la producción y el transporte de verduras frescas”, explicó Yu Qiumei, analista de NBS.
También hubo en los últimos meses un fuerte aumento de los precios de la carne porcina, la más consumida en China.
Por otro lado, el índice PPI que mide la evolución de los precios de producción cayó de manera menos pronunciada en mayo que en los meses anteriores, alentando las expectativas de que la actividad industrial china vuelva a cobrar impulso.
El retroceso del PPI fue de 2,8% interanual, después de haber caído 3,4% en abril. Los analistas consultados por Bloomberg News apostaban en promedio por una caída de 3,2%.
El dato confirma la atenuación de la caída de ese índice, que retrocede desde hace 51 meses. En marzo había reculado de 4,3% y en marzo de 4,9%.
“Estamos pronosticando una mejora del nivel de precios de producción en los próximos trimestres”, en correlación con el retroceso de la inflación, y el índice PPI podría “volver a a territorio positivo a fin de año, dijo Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics.
Las autoridades chinas podrían en ese caso verse menos presionadas por la inflación para poder “dedicarse más a temas candentes como la estabilidad financiera y las reformas estructurales”, agregó.
Las autoridades del país comunista buscan reequilibrar el modelo exportador de las últimas décadas con el desarrollo del mercado interno y de los servicios, pero la transición es compleja por sus costos sociales inmediatos.
La economía china se siguió desacelerando en el primer trimestre, con un incremento del PIB de 6,7%, después de haber cerrado 2015 con un aumento de 6,9%, su menor expansión en un cuarto de siglo.