El número de colombianos que viven en zonas con influencia de los grupos armados se ha disparado un 70 por ciento desde el año 2021 y ya son 8,4 millones de personas quienes viven en estas condiciones, según un informe del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
La amenaza se hace especialmente palpable en zonas rurales, donde operan grupos armados que utilizan todo tipo de tácticas para imponer sus intereses, entre ellos una limitación de movimientos para comunidades completas conocida como confinamiento.
En la primera mitad del año, 65.000 personas han quedado confinadas por los ataques, las intimidaciones, las minas antipersonas y el fuego cruzado, un 20 por ciento más que el año anterior. El NRC ha advertido de que se trata de víctimas “invisibles” a las que no llega la ayuda humanitaria.
Además, Colombia sigue entre los países del mundo con un mayor número de desplazados internos, con 5,1 millones, mientras que ni siquiera instalaciones teóricamente protegidas por el Derecho Internacional como las escuelas se libran de convertirse en “cambos de batalla. Desde enero de 2022, casi 30.000 estudiantes se han visto afectados por la violencia armada.
El secretario general del NRC, Jan Egeland, que ha visitado esta semana algunas de las áreas en conflicto, ha advertido de que para muchos colombianos la esperanza que nació con los acuerdos de paz con las FARC “se está desvaneciendo”. “Todas las partes del conflicto deben priorizar urgentemente el fin de la violencia y la protección de las víctimas en los esfuerzos de paz actuales. La oportunidad de restablecer la paz se está esfumando”, ha señalado.
MIGRANTES Y REFUGIADOS
La violencia también afecta a los migrantes y refugiados que cruzan Colombia, un colectivo que, a juicio de Egeland, también debería ser “prioridad” tanto para las autoridades colombianas como para las de otros países de la región.
“La situación humanitaria en Colombia, incluyendo a los refugiados y migrantes, requiere un incremento en la financiación de los donantes internacionales, tanto para los civiles devastados por el conflicto como para apoyar a los refugiados y migrantes que intentan integrarse aquí”, ha afirmado el máximo responsable de la ONG.