Unos 49.000 niños morirán por desnutrición en zonas que en su día aisladas por una revuelta de extremistas islámicos en Nigeria si no reciben tratamiento, advirtió la agencia de Naciones Unidas para la infancia.
UNICEF pide a ONGs y donantes que respondan con rapidez para evitar una tragedia en el estado de Borno, donde casi un cuarto de millón de niños presenta una desnutrición severa.
La mayoría de los menores están en zonas que no eran accesibles hasta que una fuerza multinacional las liberó del control de la milicia radical Boko Haram a principios de este año.
Los siete años de insurgencia de Boko Haram se han cobrado más de 20.000 vidas en la región.
UNICEF dijo en un comunicado el martes que ha recibido menos de la mitad de los 55,5 millones de dólares que solicitó a principios de año y que ahora las necesidades son incluso mayores.