“Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos.” Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria Dominicana.
Este 16 de agosto se conmemora el 158 aniversario de la declaración de guerra de República Dominicana a España, día conocido también como de la Restauración Dominicana o Guerra de la Restauración, que solo se comprende dentro de la puja entre el decadente imperio español y el naciente imperio norteamericano.
El Grito de Capotillo, lanzado el 16 de agosto de 1863, abrió nuevos surcos en la historia del pueblo dominicano, su lucha por reafirmar el proyecto de nación que venía cultivando desde los días de Palo Hincado en 1808 y el ideal de soberanía sustentado por el sector encabezado por Ciriaco Ramírez, desde la llamada “Independencia Efímera” de 1821, luego José Núñez de Cáceres y la jornada de los Trinitarios en febrero del 1844.
La celebración de esta efeméride, Restauración Dominicana o Guerra de la Restauración del 16 de agosto, es una oportunidad para contribuir a valorar ese acontecimiento para las presentes generaciones.
Se trató de un proceso que involucró sectores populares, movilizados bajo el liderazgo de un grupo de patriotas héroes de la guerra restauradora, entre los que destacan Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez ideólogo – organizador, José Antonio Salcedo, Gaspar Polanco, José Cabrera, Pedro Pimentel, Benigno Filomeno de Rojas, Ulises Francisco Espaillat, Francisco del Rosario Sánchez, Benito Monción, Pedro Francisco Bonó, Federico de Jesús García, Lucas Evangelista de Peña, Máximo Grullón, Pedro Ignacio Espaillat y Ricardo Curiel, Ramón Matías Mella y finalmente el padre de la patria Juan Pablo Duarte.
La anexión de la República a España fue consumada en 1861 por el gobierno de Pedro Santana, cabeza de la élite política dominante, la cual no confiaba ni creía en la viabilidad de un proyecto de nación independiente.
Según algunos historiadores, la Restauración ha sido el acontecimiento histórico más importante de la República Dominicana porque en el conflicto tomó parte directa y activa el pueblo y fue una guerra popular, anticolonial y antillanista.
El pueblo peleó, aunque estaba mal armado, pero con su inmenso valor e inteligencia pudo vencer.
Las pésimas condiciones económicas del momento, así como el sentimiento nacional y la voluntad independentista de las mayorías nacionales, fueron el fundamento de la protesta y la lucha por restaurar la República, para lo cual fue necesaria la expulsión del ejército colonialista español. Así se desarrolla la Guerra Restauradora, luego del Grito de Capotillo.
El ejército restaurador, constituido principalmente por campesinos combatientes mal armados y peor vestidos, supo sobreponerse a las limitaciones y dificultades que imponía la falta de experiencia frente a un ejército profesional, dotado de armamento, disciplina y organización superiores.
A pesar de las diferentes dificultades experimentadas a lo largo del proceso de Guerra de Restauración de la República se consolida la independencia nacional de la joven república e inspiró la emergencia de un pensamiento y ensayos de gobiernos con un perfil definidamente liberal y de vocación integracionista en el ámbito antillano; lo que justifica el lugar de honor que ocupa en el calendario patriótico del pueblo dominicano, la gesta de agosto del 1963 a julio 1865.
El 16 de agosto se conmemora un día de fiesta nacional en la República Dominicana, así como el día que el presidente dominicano es juramentado en su cargo cada cuatro años. En la actualidad tengo un libro listo, terminado “PERFIL DE LOS PRESIDENTES” dominicanos, donde destacamos la Restauración Dominicana y sus diferentes actores, pero por falta de recursos no hemos podido imprimirlo, es triste decirlo, pero lo estoy regalando a una persona que tenga los recursos para publicarlo, me pueden constatar.
“Los dominicanos y dominicanas debemos luchar día a día para no ser privados de nuestra libertad, para hacer valer la identidad de nuestra nación y lograr que permanezca libre de potencia extranjera como lo iniciaron en su momento grandes héroes dominicanos”.
Dr. Amín Cruz, PhD, diplomático, historiador, educador, periodista, escritor, CEO presidente y fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa, Padre y embajador de la Prensa Hispanoamericana y Latinoamericana, residente en New York.