Aunque muchos medicamentos te curen una dolencia no significa que sean seguros al 100%.
Aunque pueden parecer inofensivos y beneficiosos para nuestra salud, hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden alterar nuestra facultades, de máxima importancia cuando vamos conduciendo. Lo primero que se recomienda es consultar con el médico si eres conductora habitual y leer atentamente el prospecto, ya que todos los medicamentos incluyen un apartado en el que se especifican los efectos secundarios que pueden tener.
Algunos fármacos producen somnolencia, desorientación, mareos, temblores, trastornos en la visión o falta de concentración. Por eso, es bueno que conozcas qué tipos de medicamentos tienen un efecto negativo en tu cuerpo a la hora de coger el coche, especialmente en si el trayecto es largo.
ANTIHISTAMÍNICOS
Medicamentos recetados para el tratamiento de los síntomas alérgicos. Los antihistamínicos producen somnolencia, habitualmente en un grado leve y/o moderado. Consulta con el especialista qué momento del día es el más apropiado para consumir este fármaco si eres conductor habitual.
ANTIULCEROSOS
Su efecto sobre la conducción es moderado. Según varios estudios, uno de ellos llevado a cabo en la Universidad de Stanford, este tipo de medicamentos elevan el riesgo de padecer un infarto de miocardio hasta en un 21%.
ANALGÉSICOS ANTITUSIVOS
Hay que tener cuidado si contienen codeína, pues sus efectos pueden pasar de leves a moderados, ya que tiene efectos sobre el sistema nervioso central. Pero algunos de ellos no producen ningún riesgo para la conducción.
ANTIDEPRESIVOS
Como en el resto de los medicamentos, hay que leer las indicaciones respecto a este producto, pero su uso actual es mucho más seguro que hace años. La primera semana de consumo no se debería conducir ni manejar maquinaria pesada, para coger el coche más adelante, lo mejor es consultarlo al médico y que este te indique cuándo puedes comenzar a conducir mientras tomas antidepresivos.
ANTIDIABÉTICOS
El riesgo al volante que deriva del consumo de antidiabéticos está asociado a la hipoglucemia que pueda sufrir el paciente.
ANTIEPILÉPTICOS
Los avances en farmacología han conseguido que este medicamento sea mucho más seguro, pero no podemos olvidar que sus efectos secundarios pueden ser de impacto moderado o más grave, según el paciente. Además, conducir con la misma enfermedad entraña sus riesgos, por lo que siempre se recomienda acudir al médico y seguir sus instrucciones.
ANTIMIGRAÑOSOS
Prestar especial atención a la familia farmacológica de los triptanes en el tratamiento de las migrañas. Estos medicamentos pueden llegar a producir somnolencia o mareos durante su consumo, así que lo mejor es evitar coger el coche si se usan estos fármacos.
BENZODIACEPINAS
Este tipo de medicamento resulta especialmente peligroso a la hora de ponerse al volante ya que actúa sobre el sistema nervioso central, dejando sedado al paciente. Este tipo de medicinas se aplican para tratar los problemas de ansiedad y de insomnio. La mayoría de las benzodiacepinas que encuentres en el mercado tendrán un nombre que termine por -lam o por -pam.
BETABLOQUEANTES
Indicados para el tratamiento de problemas cardiacos. Los efectos sobre la conducción pueden ser de leves a moderados, entre los que se encuentran los mareos, la falta de atención, la alteración del sueño y la fatiga. Consúltalo con tu especialista.
ESTIMULANTES
Afectan al sistema nervioso del paciente. Se usan para tratar por ejemplo el Trastorno de Déficit de Atención (TDA).
NEUROLÉPTICOS
También conocidos como antipsicóticos. Son fármacos con un fuerte efecto tranquilizante. No se recomienda su consumos si se va a conducir, pues sus efectos pueden llegar a ser graves.
HIPNÓTICOS Y SEDANTES
Como su nombre indica, son medicamentos cuyo efecto principal es inducir un estado de sedación. Sus efectos pueden suponer un peligro grave a la hora de realizar un viaje en coche.