El premio Nobel de la Paz Mohamed Yunus ha tomado posesión este jueves como nuevo jefe del Gobierno interino, llamado a liderar la transición tras las protestas que llevaron a la caída de la veterana primera ministra Sheij Hasina, huída ahora a India.
La ceremonia, encabezada por el presidente Mohamed Shahabuddin, ha tenido lugar en el palacio presidencial. Junto a Yunus ejercerán de asesores en el nuevo Gobierno activistas, profesores y un exministro, dentro de un consejo constituido por un total de 17 personas.
Yunis, que ha acelerado su regreso desde París, ya se había dirigido antes a sus compatriotas para pedir calma. Si tomamos el camino de la violencia, todo quedará destruido”, ha dicho. En la que es su primera declaración tras confirmar que participará en el nuevo gobierno interino, Yunus ha pedido que se deje de lado “todo tipo de violencia”.
“Este es nuestro hermoso país, con muchas emocionantes posibilidades. Debemos protegerlo y convertirlo en un país maravilloso para nosotros y nuestras futuras generaciones”, ha dicho en una declaración que recoge el diario ‘Daily Sun’.
Yunus ha agradecido a los “valientes estudiantes” que han hecho posible esta “victoria” y al pueblo por “darles su total apoyo”. En ese sentido, ha remarcado la necesidad de no dejar pasar esta nueva oportunidad.
El presidente de Bangladesh confirmó el martes la designación de Yunus como responsable de supervisar el gobierno de transición y convocar las próximas elecciones, que en sus propias palabras deberían celebrarse “dentro de unos meses”.
Este mismo miércoles, Yunus ha sido absuelto de una condena de seis meses que se le impuso en enero por una serie de infracciones a las leyes laborales que habría cometido a través de la empresa que preside Grameen Telecom, una entidad sin ánimo de lucro que ofrece a la población rural acceso a la tecnología de la información.
Después de que las protestas, que han dejado ya más de 300 muertos, provocarán la huída de Hasina a India tras quince años de mandato, que revalidó en una últimas elecciones en las que participó solo el 40 por ciento de la población, Yunus fue propuesto por los manifestantes para supervisar el nuevo gobierno interino.
Ahora tiene ante sí el reto de aplacar un malestar social que comenzó primero contra el sistema de cuotas que reserva el 30 por ciento de los empleos públicos para los hijos de los veteranos de la guerra de Independencia.