YouTube es uno de los mayores propagadores de noticias falsas o ‘fake news’, según una carta firmada por más de 80 organizaciones de verificación de dato, entre las que se encuentran grupos Full Fact, Maldita.es y Washington Post’s Fast Checker.
En una carta abierta a la directora ejecutivo de YouTube, Susan Wojcicki firmada por más de 80 organizaciones independientes de verificación de más de 40 países y publicada este miércoles, se ha denunciado que la plataforma difunde vídeos con información errónea en temas como la Covid-19.
Según este escrito, que cuenta con la firma del medio español dedicado al ‘fast checking’ Maldita.es, no se ve “un esfuerzo real por parte de YouTube a la hora de aplicar políticas que aborden el problema”, ya que este permite “que actores sin escrípulos utilicen su plataforma como arma para manipular y explotar a otras personas, y para organizarse y recaudar fondos”.
En opinión de los firmantes, YouTube lleva a cabo medidas que son insuficientes y le han instado a promover otras de mayor eficacia contra la desinformación. Además, han pedido que elabore una hoja de ruta de intervenciones que mejoren su ecosistema informativo con el apoyo de las organizaciones independientes y apartidistas de verificación.
Para sostener estas acusaciones, estas organizaciones, entre las que también se encuentran las españolas Maldita.es, Newtral y Verificat, ponen de ejemplo la campaña de falsas curas contra la Covid-19 o los supuestos remedios para tratar enfermedades como el cáncer que “durante años” se han publicado en la plataforma.
Asimismo, en esta denuncia se indica que algunos usuarios han utilizado YouTube para amplificar el discurso de odio contra grupos vulnerables, así como su intervención en procesos electorales donde ha existido fraude.
Entre algunos ejemplos, se exponen las elecciones presidenciales fraudulentas que han tenido lugar recientemente en países asiáticos como Filipinas y Taiwán.
A pesar de que mencionan varios casos en distintos lugares del mundo, en el comunicado se advierte de que los vídeos con ‘fake news’ se cuelan con mayor facilidad en los países de habla no inglesa y los del Sur global.
Bajo el criterio de los firmantes, la estrategia llevada a cabo por esta plataforma de Google es insuficiente, ya que consideran que es más eficaz dar contexto con información contrastada que eliminar contenidos, estrategia que hasta ha seguido YouTube.
“Esta alternativa también preserva la libertad de expresión al tiempo que reconoce que aportar esa información adicional puede mitigar los riesgos para la vida, la salud, la seguridad y los procesos democráticos”, se puede leer en este comunicado.
Estas más de 80 organizaciones de verificación aseguran que, dado que gran parte de las visualizaciones de contenidos proceden del algoritmo de recomendación propio de YouTube, este debería asegurar de no promover de forma activa la información de canales de poca fiabilidad.
Para acabar con este problema, han propuesto cuatro soluciones: un compromiso de transparencia para financiar investigaciones independientes sobre campañas de desinformación, promocionar contexto y desmentidos superpuestos en los vídeos con noticias falsas o como contenido de vídeo adicional o actuar contra los desinformadores reincidentes.
Por último, estas organizaciones han sugerido que YouTube debería aumentar los esfuerzos contra la desinformación en idiomas ditintos al inglés mediante un servicio de transcripción que funcione con cualquier lengua.
En la conclusión de este comunicado, las organizaciones muestran su disposición a prestar su ayuda para frenar estas campañas de desinformación y “encontrar formas que conduzcan a una colaboración eficaz”. Por el momento, ni la directora ejecutiva de YouTube ni la propia plataforma se han manifestado al respecto.